Emblema del género y talentoso vocalmente, el cantante se quitó la vida tras haber dado un show en Detroit
CIUDAD DE MÉXICO.
Chris Cornell, uno de los cantantes emblemáticos del rock grunge con las bandas Soundgarden y Audioslave, y quien contaba con un impresionante registro de voz, se suicidó el miércoles ahorcándose en un cuarto de hotel en Detroit, informó el forense de la ciudad. Tenía 52 años.
La Oficina del Médico Forense del Condado de Wayne dijo ayer que terminó la autopsia preliminar de Cornell, pero que un reporte completo aún no estaba listo. Un vocero de la policía había dicho a dos periódicos de Detroit que el cantante fue hallado con una banda alrededor del cuello.
No hay información adicional de momento”, agregó la oficina del condado de Wayne.
El deceso de Cornell conmocionó a su familia y a sus seguidores incondicionales, ante quienes acababa de cantar horas previas durante un concierto en Detroit. La actual gira de Soundgarden comenzó a fines de abril y estaba prevista hasta el 27 de mayo.
La esposa del cantante, Vicky Karayiannis Cornell, y el resto de la familia “están conmocionados por haber tenido noticias de su muerte repentina e inesperada”, informó su representante, Brian Bumbery, en un comunicado.
Su muerte cierra un capítulo en ese género, heredero del rock punk con visos introspectivos. El cantante de Nirvana, Kurt Cobain, se suicidó en 1994 y el de Stone Temple Pilots, Scott Weiland, falleció de una sobredosis durante una gira en 2015.
Cornell fue un líder del movimiento grunge con la exitosa banda de Seattle Soundgarden, pero también tuvo éxito fuera de la agrupación, con proyectos que incluyeron Audioslave, Temple of the Dog y álbumes en solitario.
Era ampliamente respetado en la industria de la música, y además de tener una voz potente y memorable, fue un habilidoso compositor. Incluso colaboró en películas como Casino Royal (2006) de James Bond, con el tema central, y con The Keeper para el filme Machine Gun Preacher (2011), por la que recibió una nominación a los Globos de Oro.
“Para crear la intimidad de una interpretación acústica tiene que haber historias reales. Tienen que ser en cierto modo reales y tener un comienzo, un medio y un final. Eso siempre es un reto en tres minutos y medio o cuatro — poder hacer eso, poder hacerlo directamente”, dijo Cornell sobre la composición en una entrevista con AP en 2015.
Cornell dijo que comenzó a consumir drogas a los 13 años y que a los 15 lo expulsaron de la escuela.
“Pasé de ser un consumidor de drogas diario a los 13 a tener malas experiencias con las drogas y dejarlas a los 14 y entonces no tener ningún amigo hasta los 16”, dijo a Rolling Stone en 1994.
“Hubo dos años en los que estaba más o menos agorafóbico y no lidié con nadie, no hablé con nadie, no tuve ningún amigo. Todos los amigos que tenía todavía estaban hechos polvo con las drogas y eran personas con las que realmente no tenía nada en común”.
Pero a los 16 se interesó en serio por la música y aprendió a tocar batería mientras trabajaba como ayudante de mozo y lavaplatos. “Esa fue la época más dura de mi vida”, aseguró a la revista.
Cornell nació en Seattle, la cuna de la música grunge, inspirado por el nihilismo del punk y el heavy metal que gozó de gran popularidad entre 1991 y 1994. Ese año, precisamente, Soundgarden obtuvo el primer lugar en el ránking de álbumes en Estados Unidos con Superunknown.
Soundgarden tenía uno de los sonidos más pesados del grunge, aun cuando Cornell solía hacer referencia a The Beatles, a los que escuchaba cuando niño y que fueron su mayor influencia.
Con el tiempo llegó a ganar el Grammy con Soundgarden, formado en 1984 en una floreciente escena musical de Seattle de la que también emergieron Nirvana, Pearl Jam y Alice in Chains.
“Hay algo de Seattle, siempre ha sido una ciudad rockera. Cuando era niño no me daba cuenta de que Seattle tuviera un foco tanto más rockero y de guitarra eléctrica que otras ciudades”, dijo Cornell a AP en 2011.
Tras varios éxitos la banda se metió en el mercado mainstream con Superunknown, su álbum de 1994 que lanzó cinco sencillos, les mereció dos premios Grammy y vendió más de cinco millones de copias en Estados Unidos.
El grupo, formado por Cornell, el guitarrista Kim Thayil y el bajista Hiro Yamamoto, se desintegró en 1997.
En 2001, Cornell se unió a Audioslave, un supergrupo que incluyó a los antiguos miembros de Rage Against the Machine Tom Morello, Brad Wilk y Tim Commerford. La banda lanzó tres discos en seis años y también dio un concierto calificado como el primero de rock al aire libre de una banda estadunidense en Cuba, aunque algunos artistas cubanos lo han disputado.
Audioslave se separó en 2007, pero Cornell y Soundgarden se reunieron en 2010 y lanzaron el sexto álbum de estudio de la agrupación, King Animal, en 2012.
Cornell también colaboró con miembros de lo que se convertiría en Pearl Jam para formar Temple of the Dog, que produjo un disco homónimo en 1991 en homenaje a su amigo Andrew Wood, el exvocalista de Mother Love Bone. En 2011, Cornell figuró en el noveno puesto en una lista de Rolling Stone de los mejores cantantes de todos los tiempos.
Lanzó varios discos como solista, y Nielsen Music dijo que como miembro de bandas y en solitario vendió casi 15 millones de discos y 8.8 millones de canciones digitales en Estados Unidos.
Su primera producción en solitario, Euphoria Morning de 1999, fue un disco oscuro que originalmente iba a titularse Euphoria Mourning.
“Fue un álbum bastante oscuro líricamente y bastante deprimente. Estaba pasando por un momento muy difícil en mi vida: mi banda ya no estaba junta, mi matrimonio se estaba desmoronando y yo estaba lidiando con eso bebiendo demasiado, lo que acarrea sus propios problemas, particularmente con la depresión”, dijo a Rolling Stone en 2015.
Cornell hizo referencias a la muerte, y al suicidio, en una entrevista en 2007 a AP en la que habló de No Such Thing, un tema de su segundo álbum como solista, Carry On.
“La línea ‘nada como la nada’ viene del concepto de que los humanos no tenemos realmente una línea plana hasta que estamos muertos. Si no llevamos una vida feliz y productiva, estamos llevando probablemente una vida infeliz no productiva. Si una persona no tiene suficiente comida, de hecho tiene hambre. Si no tiene suficiente dinero no es que no tenga dinero, tiene algo llamado pobreza. Todo esto me vino a la cabeza mientras trataba de imaginar por qué alguien cometería, por ejemplo, un ataque suicida”.