CIUDAD DE MÉXICO.

La actriz Adriana Barra­za, volvió a sus orígenes: la televisión, vía Due­ños del paraíso, que trata sobre narcotráfico y que es el último proyecto de esta índole en el que participará la nominada al Oscar por la cinta Babel.

A mí me gusta mucho hacer televisión, porque siempre nos da la posibili­dad de estar de manera más cercana con el púbico. Por ejemplo, si voy al súper me entero si les gustó o no y ahora con las redes socia­les es mucho más fácil que me digan qué quieren ver”, comentó a Excélsior vía telefónica desde Argentina.

En cuanto a su deci­sión de alejarse de este tipo de tramas, la actriz quien también participó en El cartel de los sapos, dejó en claro que no le gustan porque enaltecen a perso­najes del narcotráfico, pero que aceptó este trabajo que gira en torno a una mujer que se hace dueña y seño­ra de las redes del narco, porque tiene una moraleja.

“Este tipo de historias están teniendo aceptación en el público porque es como recordar a los grandes ladrones de la historia. Ver­los glamurizados es atracti­vo para el auditorio, pero no hay que olvidar que la reali­dad no es así, es muy dura, complicada, dolorosa y di­fícil, y creo que ya viene un declive porque ahora lo que está despun­tando son las biografías, que son más aspiracionales. Me alegra que haya más varie­dad porque las narcoseries no nos lleva a nada bueno.

En ese mundo de corrupción y de violencia nadie sale bien, terminan muertos o en la cárcel, es por eso que me gustó esta histo­ria, porque reciben su casti­go y creo que ya es lo último que hago en narcoseries”, confesó.

En esta emisión que rea­lizó hace dos años y que apenas llega a México, la actriz interpreta a una mujer -madre de Kate del Castillo-, muy compleja que terminó por di­vertir a la artista.

“Lo pri­mero que tienes que ha­cer es tratar de entender al perso­naje y no juzgarlo, de otra forma no le puedes dar vida, le restas realidad. Éste es producto de una madre que la vende para prostituirse desde niña, entonces es una mujer que no tiene principios, ni frenos y aunque quiere establecer un vínculo amoroso con su hija, la mala educación que tiene se lo impide, es un personaje muy complejo.

Además trabajar en una macro historia como ésta, con un personaje tan desa­forado y muy desafortuna­do, fue difícil, pero he de ser sincera, me divertí mucho haciéndolo porque en la vida real no podría realizar tantas maldades, es bárbara”, dijo.

Adriana Barraza, quien sufrió de cáncer de mama, aseguró que en estos momentos está bien, de hecho, su estancia en Argentina, por los estu­dios que cada seis meses se realiza y que afortunadamente salieron bien.

Finalmente co­mentó sus proyec­tos futuros en los que se incluye una película animada.

La segun­da quincena de julio me voy a México a hacer una película que me gusta mucho, es para ni­ños; y en este momento es­toy en conversaciones para participar en una serie de te­levisión también allá, o una película norteamericana que se filmaría en Guadalajara. A mí no me gusta hablar de mis proyectos hasta que no los firme porque luego no se dan”, concluyó.