Por más que se intente consentir a los más pequeños del hogar, en los asentamientos irregulares la precariedad económica lo agudiza todo

San José del Cabo, Baja California Sur.- Mientras decenas de niños esperan con gran entusiasmo el 30 de abril para recibir todo tipo de regalos, incluyendo juguetes, dulces y golosinas,  esta  fecha no se vislumbra como un día de celebración en el hogar del pequeño Iván, pues el descarnado recuerdo  para sus padres de que no hay dinero llega de golpe, y el deseo de recibir un regalo o comer pastel  no pasa de ahí.

Es en esas zonas denominadas de riesgo  donde las precarias condiciones en que viven decenas de niños, dejan al descubierto que el 30 de abril, además de alegría para muchos pequeñitos, es desgarradora angustia para otros, pues sólo reciben un regalo cuando alguien se acuerda de ellos.

Avecinado en la invasión conocida Nueva Esperanza, Iván compartió que su pasamiento favorito es jugar al fútbol soccer, y con una mirada que hacía resaltar su inocencia, expresó que  su posición favorita es ser delantero y algún día sueña con jugar en algún equipo “grande”.

 A sus once años, entiende que sus padres darán prioridad a comprar un poco de alimento para él y sus hermanos, por lo que el deseo de recibir un balón como regalo este Día del Niño se esfuma entre un abrumador escenario de carencias y necesidades. “Me gusta jugar mucho al fútbol, cuando tengo ganas de hacerlo voy con mi primo y jugamos con su pelota”.

“Me gustaría que en el Día del Niño me regalaran una balón, pero mi mamá me dice que no se va a poder ya que no hay dinero, sí me da un poco de tristeza, pero también sé que mi papá tiene que trabajar para traer comida a la casa. El Día del Niño me la voy a pasar con mis hermanos aquí en la casa”, comentó.

Por su parte, doña Alicia, madre de Iván, dijo que le resulta imposible que un sentimiento de tristeza llegue a su mente al recordarle a su hijo que, este Día del Niño no se diferenciará al de años anteriores.

“Hay que decidir entre comprar un poco de mandado o comprar regalos para el Día del Niño, mis hijos pues ya se dan cuenta de que estamos viviendo en una situación muy difícil, me da tristeza cuando me piden algún regalo ya sea en navidad o el treinta de abril, como madre pues siempre buscas y deseas darles aunque sea un detallito, pero lamentablemente son muy pocas las posibilidades que tenemos para regalarles algo a los hijos”.

Testimonios como el del pequeño Iván y su madre evidencian que la celebración del Día Niño en los asentamientos irregulares se muestra totalmente distinta, y por más que se intente consentir a los más pequeños del hogar las precarias condiciones en las viven lo agudiza todo.