• Antes de que concluya el 2017 se definirán estructuras electorales y candidatos. Entre los acelerados está el alcalde de Los Cabos Arturo de la Rosa
• Para el PRI primero que las candidaturas su prioridad es lograr...
Por:
Jesus Ojeda
|
Publicado el
miercoles, 29 de marzo de 2017.
• Antes de que concluya el 2017 se definirán estructuras electorales y candidatos. Entre los acelerados está el alcalde de Los Cabos Arturo de la Rosa
• Para el PRI primero que las candidaturas su prioridad es lograr la anhelada unidad
• Las candidaturas a la reelección le imprimirán presión adicional a la toma de decisiones
Para cuando finalice este 2017, los diversos partidos políticos ya habrán definido sus respectivas estructuras electorales y delineados en gran parte a los futuros precandidatos a las diversas posiciones de elección popular que estarán en disputa en las elecciones de junio del 2018.
Hasta ahora la perspectiva real de triunfo electoral se centra principalmente en el PAN y el PRI, sobre todo porque el resto de los organismos políticos están muy desacreditados ante la población como parte del desgaste que generaron durante los tiempos en que ostentaron el poder político estatal.
Para el PRI el reto se centra fundamentalmente en lograr una unidad que está ausente como producto de una terrible división interna que desde 1999, no ha sido superada del todo.
Si no loran la suficiente unidad, será muy difícil armar una propuesta con expectativas de triunfo.
En el PAN por su parte, el reto se centra en que todos los aspirantes a las diversas candidaturas puedan mantenerse compactados en torno a su propuesta independientemente de quien resulte abanderado para las futuras posiciones políticas.
En las elecciones de junio del 2018, habrá renovación de las cinco alcaldías, 21 diputaciones locales dos diputaciones federales, así como las senadurías que están vigentes desde el 2012.
Esta gama de posiciones genera que muchos aspiren a ser candidatos de sus respectivos partidos.
Incluso ahora existe la posibilidad de la reelección, hecho que seguramente le brindará una mayor presión a las dirigencias de los partidos político al momento de definirse por tal o cual candidato o candidata.
Para quienes ahora ostentan un cargo de elección popular, y aún no definen si pretenderán buscar una nueva posición, seguramente esto les quedará en claro al término del próximo verano, es decir a más tardar en el mes de septiembre justamente para estar listos antes de concluir el presente año para la contienda interna de sus respectivos partidos.
En ese sentido a quienes se les ha mencionado con insistencia como posibles aspirantes a las diputaciones federales o las senadurías son los alcaldes de Comondú, La Paz y Los Cabos, mientras que en el Congreso del Estado a los actuales legisladores de las diversas fracciones parlamentarias, principalmente del PAN y del PRI aún no queda muy claro si tratarán o no ser postulados a esas diputaciones federales o a las presidencias municipales.
En el PRI por lo pronto se ha mencionado en diversos corrillos la posibilidad de que el delegado de Sedesol, Juan Alberto Valdivia, pueda ser postulado a la senaduría, lo cual, por supuesto, mantiene muy incómoda a la actual diputada federal Esthela Ponce, que supone que el contar con algunos de sus colaboradores en las filas de la Sedesol le alcanzará para lograr la misma candidatura, es decir al Senado de la República.
Prora el PRI en este momento, la posibilidad realmente viable es que en todo caso, la senaduría se logre en primera minoría dicho de otro modo, que quede en segundo lugar en las preferencias electorales. La mayoría efectiva de votos está por ahora muy, muy lejana.
Por supuesto que aún falta mucho por hacer, aunque para algunos parecieran estar adelantados en los tiempos, como es el caso del alcalde Los Cabos, Arturo de la Rosa, que está claro que tiene mucha por llegar a las candidaturas de su partido e blanquiazul.
Lo cierto es que para algunos no es necesario ir tan apurados, aunque falten seis o siete meses para definir los planes electorales de sus respectivos partidos políticos.
Habrá quienes digan que al mal paso se tendrá que imprimirle velocidad.
Habrá otros que digan “despacio que llevo prisa”.
¿No le parece así amable lector?
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