Uno de los recintos cinematográficos más importantes de la CDMX ardió en llamas un 24 de marzo de 1982, incidente que casi destruye por completo las instalaciones MÉXICO.
La Cineteca Nacional comenzó a operar el 17 de enero de 1974, contaba con solo dos salas y un área de exposiciones. En ese momento la sede se encontraba en Churubusco y poco a poco se convirtió en uno de los recintos cinematográficos más importantes en la Ciudad de México.
El 24 de marzo de 1982 se proyectaba la película ‘La Tierra de la Gran Promesa’ del director Andrzej Wajda, cuando el humo comenzó a apoderarse del recinto. Las autoridades llamaron a los bomberos, quienes alrededor de las 6 de la tarde decidieron evacuar a toda la gente del lugar, y tan solo unos minutos después una explosión aumentaría las llamas: el fuego llegó a las bóvedas donde se resguardaban las cintas de nitrato de plata, lo que causó aún mayor destrucción. El incendio duro alrededor de 16 horas, donde se consumió prácticamente todo el edificio y aunque no se tienen cifras exactas de las perdidas, se estimó que se perdieron más de 6 mil negativos, más de 2 mil guiones, 9 mil libros, dibujos originales de Diego Rivera, negativos de películas de Juan Orolo y Manuel Álvarez Bravo, y el archivo fílmico de la presidente de Plutarco Elías Calles. El reporte oficial solo mostró a tres personas muertas: Venustiano González -jefe de bomberos-, Taide Gómez -trabajadora de la Cineteca- y José Mercedes Castillo. En su momento se manejaron varias cifras, desde 20 muertos, 15 personas sepultadas y varios heridos, aunque nunca se confirmaron estos números. El 27 de enero de 1984 se inauguró la nueva sede de la Cineteca Nacional en Xoco, al centro de la Plaza de los Compositores que ya contaba con cuatro salas de cine y en 2012 se dio una transformación total del recinto, donde se añadieron salas para un total de 10, galerías, estacionamiento y cine al aire libre. También se construyó una bóveda de 700 m2 con capacidad para albergar 50 mil películas y un laboratorio de restauración digital de películas para desarrollar un programa de rescate de imágenes en movimiento. En 2012 se estrenó el documental ‘Los rollos perdidos’ de Gibrán Bazán, donde el cineasta intentó aclarar lo sucedido en el incendio de 1982, las pocas o nulas explicaciones de las autoridades sobre el origen y el paradero de las filmaciones de Servando González durante octubre de 1968 en Tlatelolco.