• El artista inaugura la exposición Miasma, que reflexiona sobre las operaciones encubiertas que ha promovido Estados Unidos en México

CIUDAD DE MÉXICO.

Del fondo de un paisaje sombrío aparece una escultura. La imagen de George Herbert Walker Bush escoltado por dos águilas de cada lado. Es el monumento en Houston, Texas, al presidente número 41 de Estados Unidos filmado por el artista Yoshua Okón (Cd. de México, 1970) Un video de diez minutos como metáfora de la falacia en que se sustenta el modelo económico del neoliberalismo proyectado por Bush en México. Un sistema en beneficio de las empresas trasnacionales que ha disparado la pobreza en el país.

Un capitalismo sin democracia en el que la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) participó con operaciones secretas en México. Su agenda era proteger los intereses de las empresas multinacionales a partir de eliminar cualquier tipo de regulación. De estas operaciones secretas dio cuenta el periodista Manuel Buendía en su libro La CIA en México, publicado en 1984, donde dedica dos capítulos a Bush; el mismo año fue asesinado de cinco tiros por la espalda. Bush y Buendía son las figuras centrales de la reciente exhibición de Yoshua Okón. Un rastreo de la presencia de la CIA en el país para traer de nuevo al pensamiento colectivo las consecuencias del neoliberalismo económico. El proyecto del artista, que se inaugura hoy con el título Miasma en Parque Galería,  hace una lectura al mito de este modelo de capitalismo, y cómo en el último sexenio en México ha hecho más dispar la repartición de la riqueza.

Desde mi perspectiva gran parte de la razón por la cual tenemos el colapso económico y social en México tiene que ver con este modelo económico que fue implantado desde finales de los 80. Es un modelo económico el cual básicamente da todo el poder y está diseñado para el beneficio de las empresas multinacionales, y eso empieza a tener efectos secundarios que tienen que ver con la destrucción del tejido social y el incremento de la pobreza”, explicó.

El proyecto tiene su origen en la investigación que hizo junto con Edgar Alejandro Hernández, curador de la muestra, en la Colección Latinoamericana Nettie Lee Benson, de la Universidad de Texas, en Austin, que revisaron durante una residencia en el espacio testsite. Y no busca, dice, hacer un documento relator de las operaciones de la CIA pero sí tomar de pretexto el escenario para pensar sobre el deterioro económico nacional, a partir de la entrada de la industria extranjera como las mineras que destruyen el ecosistema por usar cianuro sin ninguna regulación. La muestra se integra por tres cuerpos de obra. El video filmado por Okón donde juega con el rostro de Bush en un entorno sombrío como referencia a las negociaciones ocultas del neoliberalismo; una mención también a un monumento colapsado. La proyección se presentará a muro en un espacio completamente oscuro. Además se exhibe una serie de fotoesculturas; son instantáneas de la figura del presidente estadunidense y un grupo de turistas a su alrededor impresas sobre páneles de MDF. Las fotografías refieren al engaño del consumismo capitalista: “La imagen crea deseos de consumo para hacernos desear los productos y los objetos y, a nivel ideológico, convencernos de que es importante consumir. En las esculturas hay una tensión y una contradicción entre la superficie y la materialidad. Hay un énfasis en la ilusión de la imagen como metáfora de esta ilusión que se nos vende en los medios de comunicación”. La tercera pieza es la impresión de tres mil carteles que reproducen la portada del libro de Buendía, que se colocarán en las calles de la ciudad en un recordatorio de la presencia de la CIA en el país. En suma quien pertenece a colecciones como la Tate Modern de Londres o el Museo de Arte de Los Ángeles hace una lectura de un sistema sustentado en falacias que en gran medida explica la crisis del presente.