• Se vislumbra desbandada de militantes del PRI ante malestar ciudadano por gasolinazos • Se espera cancelación de nuevos aumentos a precios de las gasolinas programados para el 4 de febrero • Delegados federales lejos de defender propuestas del gobierno federal, les pesa asumirse como priistas Todo parece indicar que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de nuestro país, dará marcha atrás al segundo gasolinazo en este naciente 2017 programado para este fin de semana, esto ante la baja en los precios internacionales del combustible, comportamiento del peso ante el dólar, pero sobre todo por el momento de sensibilidad política con la que se tiene que desenvolver el gobierno de la república ante las reacciones de la comunidad mexicana en apoyo al Presidente Enrique Peña Nieto ante las agresiones del mandatario estadounidense Donad Trump. Como sea, la afectación política y está registrada y será principalmente para el PRI y sus representantes que conforme transcurre este año y se acera la conclusión del mandato presidencial, pesa cada día más ser militante del tricolor. En efecto para quienes representan al tricolor en todos sus niveles les resulta cada vez más difícil salir a la calle y decir que son la mejor opción. Simplemente no hay palabras adecuadas para defender al PRI ante las dificultades económicas que vive el país y que la población se las atribuye a las decisiones tomadas desde la Presidencia del país. Tan complicada es en estos momentos la militancia en el revolucionario institucional que en esta entidad, los representantes del gobierno federal, es decir la mayoría de los delegados de las dependencias federales simplemente se mantiene agazapados ante una circunstancia tan indefendible. Son pocos los delegados federales que se mantienen activados en contacto constante con la población, como es el caso del titular de Sedesol en la entidad, Juan Alberto Valdivia, quien ha tenido que moverse con mucho tacto y cautela política para que las repercusiones contra el tricolor no le afecten ante la cantidad de colaboradores que se desempeñan en esa dependencia y que están encuadrados en el grupo político de la diputada federal Esthela Ponce Beltrán, exalcaldesa de La Paz, quien en este momento está denunciada ante la PGJE y la PGR por el presunto delito de desvío de recursos públicos federales. Así que por si fuera poco, los priistas además de llevar a cuestas el efecto negativo de las medidas económicas del gobierno de Peña Nieto, en la entidad experimentan una confrontación interna que incluso puede concluir en la desbandada de militantes que ya desde ahora perciben que ese partido no tiene posibilidades de ganar alguna posición en las próximas elecciones del 2018. Ya son dos ocasiones en que el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, ha visitado la entidad y a pesar de que nombró a un nuevo delegado de su comité ejecutivo nacional, los priistas no pueden ponerse de acuerdo y sus víctimas de una evidente división al interior y un terreno súper minado al exterior. A la par, el gobierno federal, emanado del PRI, trata de mantenerse a flote a pesar de las dificultades económicas, por lo que tendrán que capitalizar al máximo esta circunstancia de apoyo popular a la figura presidencial ante los estúpidos e irracionales embates de Mr. Donald Trump. Por ello para frenar un poco el malestar ciudadano, se espera que el gasolinazo programado para este fin de semana posiblemente se cancele o por lo menos se suavice. Ya veremos. Mientras tanto muchos priistas sudcalifornianos, analizan la posibilidad de abandonar ya desde ahora el barco tricolor ante la eminente seguridad de su futura derrota electoral.