PARÍS. La designación de Roman Polanski para presidir la ceremonia 2017 de los César del cine francés ha vuelto a despertar la polémica que persigue al cineasta desde hace
La designación de Roman Polanski para presidir la ceremonia 2017 de los César del cine francés ha vuelto a despertar la polémica que persigue al cineasta desde hace 40 años, cuando fue acusado de abusar de una niña de 13 años en EU.
La asociación feminista Osez le feminisme! criticó la decisión anunciada este miércoles por la Academia del cine francés, denunció "la tolerancia social que existe todavía en Francia sobre el tema de la violación" y convocó una manifestación a las puertas de la Sala Pleyel el 24 de febrero, al inicio de la ceremonia. Esta organización expresó su sorpresa por el artista elegido y preguntó a la Academia si realmente no había nadie en el mundo -en 2016 su antecesor fue Woody Allen- con una carrera suficientemente prestigiosa y una filmografía suficientemente importante como para presidir la cita. Su denuncia siguió al lanzamiento hecho ayer mismo por internet de una petición para que Polanski, de 83 años, sea destituido de su cargo honorífico que este jueves, a las 18 horas de París, había recogido algo más de 20 mil adhesiones. Entre los comentarios que acompañan esta petición no todos son favorables. La realizadora Ariel de Bigault la encuentra "escandalosa, vergonzosa e infamante", en tanto que "mujer, directora y feminista", ni policía, ni juez, ni moralista, y estima que traiciona el combate por las mujeres. Menos virulenta, la exministra de Cultura Aurélie Filippetti tomó también partido por el realizador francopolaco, una de las grandes figuras del Festival de Cannes y un personaje particularmente apreciado en la Academia del cine galo, que de momento le ha dado ocho César, dos de ellos al mejor film. La decisión responde a la "libertad absoluta de la Academia de los César" y los hechos ocurrieron hace 40 años, subrayó Filippetti en la emisora "Franceinfo", donde pidió que se deje al cineasta presidir la ceremonia y que no se exagere la importancia de una cita televisada y profesional sobre el cine. Superviviente de la persecución nazi contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, casado desde hace décadas con la actriz francesa Emmanuelle Seigner, el realizador, el segundo más premiado por la Academia, es autor de 21 filmes, entre ellos los famosos Rosemary's Baby (La semilla del diablo, 1968) y Chinatown (1974). El director adjunto del semanario "L'Express", Eric Mettout, estimó que las feministas se equivocan de combate en este caso, pues el director polaco-francés -que huyó de EU en 1977 para evitar la posibilidad de ser condenado a medio siglo de cárcel- "no ha sido condenado por ningún tribunal".Román Polanski es un nombre que huele a azufre. Que desata la polémica cada vez que vuelve a ocupar las portadas de los medios, sea por un film, una retrospectiva o un enésimo rebote de este asunto de supuesta violación de una menor, pegado a su reputación como el esparadrapo en los dedos del capitán Haddock", afirmó.En la web, cientos de tuits se pronuncian a favor y en contra del nuevo episodio del caso Polanski. Unos piden boicotear la ceremonia; otros simplemente recuerdan que el director confesó haber mantenido relaciones con Samantha Geimer cuando ésta tenía 13 años, pero no haberla violado, cargo del que no está acusado porque llegó a un acuerdo con la familia. En algunos de sus viajes al extranjero desde Francia, donde encontró refugio, el director ha estado a punto de ser extraditado en varias ocasiones a Estados Unidos, donde sigue acusado de haber mantenido "relaciones sexuales ilícitas con una menor". Curiosamente, el antecesor elegido para el cargo por la Academia fue Woody Allen, casado con Soon-Yi, una de las hijas adoptivas de su excompañera, la actriz Mia Farrow, y que fue acusado en los años noventa de haber abusado de Dylan, adoptada por la pareja, en un caso que fue cerrado sin cargos por la justicia. La situación provocó en los últimos César un gélido momento cuando su presentador, en principio refiriéndose a Polanski, le dijo a Allen que era "un placer verle en Francia" y celebró lo mucho que había rodado en Europa en los últimos años "pese a no estar condenado por violación en EU".