CIUDAD DE MÉXICO. Desde 1883, Heinrich Rudolf Hertz, se interesó por los estudios deelectromagnetismo realizados por el científico James C. Maxwell pero j
Desde 1883, Heinrich Rudolf Hertz, se interesó por los estudios deelectromagnetismo realizados por el científico James C. Maxwell pero justo hace 77 años (5 de enero de 1940) logró demostrar la existencia de las ondas electromagnéticas y que estas no sólo se propagaban a través del espacio, sino que poseían también propiedades de reflexión, difracción, refracción, polarización e interferencia, también, llegó a comprobar que se propagaban a la misma velocidad de la luz, es decir, a 300 mil kilómetros por segundo, descubriendo que tanto la luz como el calor constituían, igualmente, radiaciones electromagnéticas.
Actualmente, las ondas electromagnéticas nos pueden adentrar un poco en la historia de pinturas y murales, por ejemplo, podemos conocer qué técnicas y materiales usaban los artístas de otras épocas. A través de la interacción de diferentes ondas electromagnéticas con la pintura mural, se puede conocer detalles de los materiales, las técnicas empleadas en su fabricación y la forma de trabajo de los artistas que los elaboraron, todo esto sin generar daños a las obras. Especialista en estos estudios es el doctor José Luis Ruvalcaba Sil, investigador del Instituto de Física de la UNAM y coordinador del Laboratorio de Análisis no Destructivo para el Estudio In Situ del Arte, la Arqueología y la Historia. Este tipo análisis se basa en ondas electromagnéticas del infrarrojo, la luz visible, el ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma; obteniendo información específica de cada uno. En el caso de un mural, primero se parte de la toma de imagen, que generalmente hacen especialistas del Instituto de Investigaciones Estéticas, y donde se observan las regiones originales, donde hay intervenciones o alteraciones y se establecen las áreas de análisis. Después se usan cuatro sistemas para conocer los pigmentos presentes en la superficie de un mural: la fluorescencia de Rayos X, la espectroscopia infrarroja, la espectroscopia Raman y los espectrómetros para medir la dispersión de la luz por reflectancia. Otra parte del equipo toma muestras para hacer microanálisis. Con estas técnicas, se han podido analizar, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Estéticas, murales coloniales del siglo XVI y XVII de cuatro ex conventos de la zona de Ixmiquilpan, Actopan y Epazoyucan, todos en el estado de Hidalgo. El objetivo fue determinar las paletas de los pintores y saber si había alguna relación entre ellos e interferir si eran los mismos autores. En el laboratorio también se han estudiado fragmentos de murales prehispánicos. Actualmente se encuentra una investigación en curso sobre el mural de Diego Rivera, Sueño de una tarde dominical, en la Alameda Central de la ciudad de México. En este laboratorio, además de participar especialistas en ciencias, colaboran historiadores, antropólogos y artistas. Dada la trascendencia de este trabajo, se logró la creación del El Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y la Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC), coordinado también por el Dr. Ruvalcaba. Sin duda, el trabajo interdisciplinario que ahí se realiza es necesario para descifrar el arte y la ciencia aplicada en los murales mexicanos.