• El artista Héctor Zamora realizará durante dos días un performance en donde medio centenar de mujeres narrarán su autobiografía en un relato que se mantendrá en el anonimato

CIUDAD DE MÉXICO.

Sobre tres andamios, medio centenar de mujeres redactarán al tiempo sus autobiografías. Relatos anónimos escritos sin tinta. Al puro golpe de tecla de las máquinas de escribir. Las hojas casi en blanco caerán desde lo alto para acumular la invisibilidad femenina. Esa que miles rompieron en la Marcha de mujeres contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el fin de semana. La misma invisibilidad que Héctor Zamora (Cd. de México, 1974) fractura con su acción Memorándum.

Es una acción en vivo en el Museo Universitario del Chopo donde entre 46 y 50 mujeres de diferentes edades y profesión escribirán su vida de manera continua. A partir de preguntas básicas sobre su experiencia en la escuela, en el trabajo o su entorno familiar, los textos personales se harán uno mismo. Una manifestación masiva. Serán dos días de performances, y después se exhibirá la instalación de andamios, máquinas de escribir y hojas con el sonido editado del golpeteo de las teclas. Zamora explica que se trata de un ejercicio reflexivo sobre el anonimato en que las mujeres en México y cualquier otro país se mantienen. O luchan contra él. Una crítica a la sociedad que ocupa de sus labores, sin reconocimiento. Por ello eligió el oficio de la secretaria y la práctica antaña de escribir en máquina mecánica. Incluso la corrupción, afirma, se ha escrito en una de estas. Y si bien el artista que vive en Lisboa desconocía de la manifestación contra Trump, señala la pertinencia de su reflexión. “Mi trabajo busca siempre la conexión con el contexto local. Desde 2012 he estado realizando una nueva investigación a partir de la creación de obras que incluyen una acción, gente que participa y al final estas personas se vuelven una parte fundamental de la obra. Entonces empecé a ligar ideas de lo que está sucediendo en México y todo el mundo, y me interesaba trabajar el tema de la mujer”, refiere en entrevista. Los andamios se colocarán frente a los muros de la Galería Central del museo. En cada uno se ocuparán tres niveles de los seis, y se instalará una suerte de pequeños escritorios. Las mujeres teclearán sus vidas; cuando terminen, volverán a empezar. El primer día (9 de febrero) serán tres horas continuas; y el segundo (11 de febrero) serán cuatro con un intermedio. La idea es que se genere una lluvia de hojas, pues una vez que concluyan una, la lanzarán al piso para tomar otra en blanco.

La función de la secretaria siempre ha tenido un papel importante dentro del sistema público y privado pero es un actor casi invisible que está ahí y no está. Todas las informaciones pasan por ellas, la corrupción misma siempre termina pasando por la secretaria que elabora los memorándum, las cartas. Aludir a estos personajes invisibles del sistema es reflexionar lo que es el sistema institucional”. No se trata de un feminismo, sino de dar voz a quien la pide.

El artista con exposiciones en el Museo Guggenheim de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de París y el Museo Zeppelin de Alemania explica que enfocó su producción a las acciones en vivo para generar análisis sociológicos sobre el presente. En un contexto donde todo es abstracto, Zamora busca propuestas más reales que no resolverán problemas, pero sí cuestionamientos. Reflexiones a partir de un trabajo de arte visual que incluye a la sociedad.

Cada vez estamos más alejados de la realidad con lo que sucede en el mundo, cada vez es más abstracto lo que sucede, se aleja más de la realidad y este tipo de acciones para mí han sido una manera de reincorporar mi trabajo dentro de un espacio que no quede tan abstracto sino que se vuelva más concreto para el público”.

En 2012, realizó la primera acción de este tipo. Fue Orden y progreso en Perú que consistió en la destrucción de un barco en la plaza de Los Héroes Navales en Lima; en 2016 la expuso en el Palais de Tokyo, en París. También en 2012 presentó en Brasil Inconstancia material, una coreografía de albañiles que se lanzan ladrillos como en las construcciones urbanas. La más reciente fue Ruptura, que fueron 150 páginas de libros negros sólo con la palabra ruptura lazados por el mismo número de personas desde la altura del Centro Cultural del Banco de Brasil, donde ahora tiene su primera exposición retrospectiva.