• La becaria de Fundación Questro, Adela Reyes, quien está a punto de graduarse como licenciada en Gastronomía y ya en pláticas para obtener un empleo, compartió con nuevos becarios su historia y la oportunidad que est
• La becaria de Fundación Questro, Adela Reyes, quien está a punto de graduarse como licenciada en Gastronomía y ya en pláticas para obtener un empleo, compartió con nuevos becarios su historia y la oportunidad que este apoyo representaSan José del Cabo, Baja California Sur.- “Mi mamá convenció a mi papá de que me dejara estudiar, yo lloraba porque yo desde el primer día que entré a la primaria sabía que quería tener una vida mejor, estudiar y trabajar para que mi mamá pudiera descansar y darle tiempo a mis 4 hermanos más pequeños”, así lo expuso Adela Reyes de Jesús, becada de la Fundación Questro. Fue desde la preparatoria, hasta la actualidad que está por graduarse del noveno semestre de Gastronomía en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores (ITES) de Los Cabos, que la fundación la apoyó con una beca para completar sus estudios, permitiendo así abrir camino para tener el mejor futuro que desde pequeña vislumbraba para su familia. A sus 23 años, Reyes de Jesús dice sentirse muy afortunada y agradecida con Grupo Questro por brindarle este apoyo a ella, pero también a toda su familia, pues comentó que no sólo rompió con la vieja tradición de que las mujeres no deben estudiar pues serán madres de familia, sino que además pudo sufragar algunos de los gastos que implica ser estudiante, pues en ocasiones su familia tenía que decidir si comer o comprar un uniforme o útiles escolares. “Estoy muy agradecida con Fundación Quetro porque fueron los primeros en brindarme este apoyo, esta ilusión de poder cumplir mis sueños. Ya entregué mi proyecto de residencia, hace 10 años yo nunca me imaginé estar aquí a punto de ser una licenciada, porque desde un principio la mayoría de los papás piensan ‘son mujeres, para qué estudian si van a tener hijos y estar en la casa’, y eso ya es una idea vieja, hoy en día las mujeres salimos adelante y somos independientes”, aseveró. La joven compartió que hace unos años su padre falleció, pero una vez que aceptó que continuara con sus estudios, de él le queda el recuerdo de echarle ganas para que todo su sacrificio no fuera en vano. “Todo esto es una forma de recompensar todo el esfuerzo, porque vengo de una familia de escasos recursos donde muchas veces mi mamá tuvo que elegir en comprar entre unos zapatos o blusa o en vez de comprar 1 kilo de tortillas compraba medio para poderme dar lo necesario para poder continuar con mis estudios, por eso le agradezco, y al grupo Questro, por confiar en mí, por lo que espero que muchos otros jóvenes aprovechen todo lo que la fundación brinda. Es difícil trabajar y estudiar, no es fácil, es un apoyo y nosotros tenemos que poner otro gran esfuerzo para lograrlo”, concluyó.
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