• Se requerirían “estudios a fondo” que costarían hasta 400 mil pesos y meses de investigación para ello

La Paz, Baja California Sur.- El Colegio de Ingenieros Civiles (CIC) de Baja California Sur, expresó no “poder extender” el aval para que el inmueble de la hoy clausurada Escuela Primaria Urbana Estatal “18 de Marzo” siga operando; para ello, su presidente determinó que “se deben practicar más a fondo” estudios del modelo geométrico completo de la estructura de los dos edificios que lo compone, además del practicado por Jorge Arboleda Villagómez que lo catalogó de alto riesgo. Así lo manifestó su presidente, Andrés Flores González, en una conferencia de prensa solicitada por padres de familia de la institución, dejando ver que el pasado mes de septiembre, el CIC se apersonó de nueva cuenta en el edificio ubicado en la colonia Centro, con la finalidad de constatar lo dictaminado por Arboleda Villagómez, de la empresa Análisis y Diseño Estructural (Andes), considerada el dictamen oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP). “El dictamen del Ingeniero Arboleda se apega a las disposiciones del reglamento de construcciones del Estado de Baja California Sur y normas técnicas complementarias del 2005 y del Distrito Federal del 2004. Para poder extender por parte del aval del CIC, para que el inmueble siga en operación, se deben practicar más a fondo estudios de todos los elementos que componen el edificio conforme a un modelo geométrico completo”, aseguró en la conferencia. “Se recomienda a la autoridad que el estudio a fondo (de losas nervadas, trabes, columnas, muros y cimentación, debiendo de comparar los resultados con los elementos estructurales actuales de este inmueble), sugerido en el punto anterior se integre un catálogo de conceptos de todas las actividades a realizar para garantizar el funcionamiento del mismo, pero sobre todo la seguridad de sus ocupantes”, agregó. Tras una revisión, el CIC de la entidad explicó que de acuerdo a Andes, el Edificio A cuenta con deformaciones relativas de entrepiso “menores que el valor máximo” permitido para estructuras del grupo A (hospitales, escuelas, edificios institucionales); mientras que, el Edificio B, cuenta con deformaciones que “exceden” dicho valor, lo cual indicaría que “el sistema estructural es demasiado flexible por escasez de dimensiones de las columnas”, representando riesgo. “Precisar que visualmente en todas trabes y columnas en ambos edificios, no se observan agrietamientos ni daños físicos. Los desprendimientos de materiales que se presentan en la loza del 3er nivel, son aplanados de mezcla cuya función es recubrir la cara interior de la loza, causados por la oxidación del acero de refuerzo de la losa del tercer nivel por la mala calidad del mantenimiento de la azotea”, agregó el ingeniero. Finalmente, respecto al método utilizado por Andes para la evaluación del edificio, consideraron que la extracción de corazones de concreto de dos pulgadas de diámetro es la “mejor prueba de conocimiento de resistencia del concreto”; sin embargo, detallaron que esta es una “prueba destructiva”, que por las características de análisis de este edificio “se debieron haber obviado utilizándose una prueba no destructiva”.

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