La artista Sofía Táboas realiza una instalación que habla del formato de la obra, el espacio y la composición CIUDAD DE MÉXICO. Producir pintura sin óleo ni pinceles. Es la propuesta de Sofía Táboas (Ciudad d
Me interesa justamente intervenir el lugar con un material distinto, en una saturación donde no se espera tener el vidrio. Éste no está funcionando como vidrio sino como superficie, y este cambio de función del material me interesa porque al mismo tiempo exacerba las cualidades del material como el color, la transparencia y la luminosidad”, detalla la artista sobre la pieza que se exhibirá hasta el 10 de abril del próximo año.La arquitectura avasallante del museo generó la propia obra, apunta Táboas. En el sentido de que sus salas amplias tienen muros que no pueden ser intervenidos directamente, pero tampoco se pueden obviar. Entonces cualquier obra tiene que ser de manera sobrepuesta. “Era importante que dialogara con el espacio que lo contiene. No es solamente pensar en el muro sino que todo el cuadro está jugando con la pared; es una pieza en la que tienes que tomar distancia para mirarla y así se está considerando la totalidad del espacio como parte de la obra”. Al hacer pintura sin los medios tradicionales, la artista plantea sacar del espacio familiar a los materiales y elementos cotidianos. En este caso fue el vidrio, pero en otros proyectos trabaja con plástico, piedras, mosaico, papel y materiales de construcción. Lo que busca es potenciar sus características. Hacer evidente las cualidades tan simples como el reflejo en el vidrio o la maleabilidad del plástico. En Azul extensivo, Táboas propone que el vidrio con tintes de origen de fábrica puede verse como la transparencia de un líquido o la solidez del cristal. “Son materiales que están muy a la mano y el reto es ponerlos en una circunstancia que no es familiar, atípica. Usar lo conocido para ponerlo en una situación desconocida”, reflexiona quien tiene obra en colecciones como la del Museo de Arte Latinoamericano de Los Ángeles y el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAM. Para la artista, a quien el azul la remite a un estado de reflexión, la escala monumental de la pieza es su característica central en el sentido de englobar al espectador. Enfrenta, explica, a la gente uno a uno con los vidrios, y provoca que haya un mayor acercamiento. Entrar literal a la pintura para apropiarse del espacio, del arte en un sentido figurado. ¿Dónde y Cuándo? Azul extensivo se puede ver hasta el 10 de abril de 2017 en el Museo Universitario del Chopo (Dr. Enrique González Martínez 10, Santa María la Ribera).