El cantante Mijares sólo tardó un día en alquilar el palacio de mármol para ensayar y actuar, revela el contrato que firmó con el INBA CIUDAD DE MÉXICO. La presentación del cantante Mijares en el Palacio de Bel
La presentación del cantante Mijares en el Palacio de Bellas Artes se pactó de manera exprés. El contrato entre el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y la empresa Almashow Producciones, encargada de realizar el concierto, se firmó apenas 24 horas antes de que el interprete de Baño de mujeresrealizara el primer ensayo de su presentación en la Sala Principal del recinto de mármol y sólo 48 horas antes de ofrecer su concierto privado.
De acuerdo con el contrato firmado por la dependencia y la empresa productora, entregado a Excélsior a través de una solicitud de información pública, el subdirector general de Bellas Artes, Sergio Ramírez Cárdenas y el administrador de Almashow, Eduardo Almada Toscano (también manager del artista), acordaron la renta del Palacio de Bellas Artes para llevar a cabo dos ensayos y un concierto, sólo con un día de anticipación. Mientras en el Palacio de Bellas Artes se realizaba el homenaje luctuoso a Juan Gabriel, el INBA pactaba las condiciones de la presentación de Mijares. El documento, membreteado con el logotipo de la Secretaría de Cultura federal, fue firmado el 5 de septiembre pasado y en él se estipula que la productora pagó 407 mil 943 pesos “por el uso y aprovechamiento” de la sala, más 12 mil 360 pesos por la grabación del concierto y de los espacios del recinto artístico. El primer ensayo de Mijares en Bellas Artes se llevó a cabo apenas media hora después de que la Secretaría de Cultura retiró del vestíbulo las cenizas del Divo de Juárez a la 19:30 horas del 6 de septiembre. En el contrato, también firmado por el apoderado legal del INBA, Ricardo Félix Barraza, quedó establecido que el cantante ensayaría ese día de las 22:00 a las 24:00 horas. Un día después, el 7 de septiembre, el personal de Mijares prácticamente fue el único ocupante del espacio artístico. El contrato estipula que el montaje del concierto se realizara ese día desde la medianoche hasta las 8:00 de la mañana; las labores y ensayos se retomaron una hora después y concluyeron a las 18:00 horas. Dos horas más tarde, a las 20:00 horas, se estableció como la hora de inicio del concierto, que de acuerdo con el contrato, terminó a las 22:30 horas. El documento señala en su declaración 1.3 que la Subdirección General del INBA fue la responsable de autorizar la celebración del convenio con la empresa productora. El documento también estipula que el INBA proporcionó “el personal técnico y de servicios al público, así como el equipo y requerimientos técnicos” de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. La dependencia también acordó que la entrada a la sala durante el concierto sería “sin costo” pero el contrato no especifica que se llevaría a cabo de manera privada y exclusiva, con la asistencia de un reducido público elegido previamente, como acabó realizándose. El alquiler del Palacio de Bellas Artes al cantante de música popular Mijares representa una “transgresión” y “profanación” del máximo recinto artístico del país y podría conducir a la promoción de un juicio de amparo o una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por afectar los derechos culturales de los mexicanos, estima el abogado y especialista en legislación cultural, Jorge Sánchez Cordero. El jurista, doctor en Derecho por la Universidad Panthéon-Assas de París, considera que Bellas Artes es el receptáculo de las máximas expresiones artísticas del país, donde incluso el Presidente del República tiene destinado un palco especial, por lo que su utilización y manejo no puede quedar “al arbitrio, a la discrecionalidad, al libre albedrío de un burócrata cultural”. Sánchez Cordero opina que el recinto donde se han presentado artistas como Maria Callas o Luciano Pavarotti, debe regirse por el principio de “fidelidad del monumento” que obliga a su mantenimiento y administración, “pero en especial, a que el uso común del espacio esté de acuerdo al fin que le es propio y a su contexto cultural. Los monumentos no sólo conmemoran, sino que legitiman, movilizan la memoria, invocan y convocan el pasado y con ello contribuyen a mantener y preservar la identidad colectiva”. Bellas Artes fue declarado Monumento Nacional en diciembre de 1976. Con la transfiguración del Conaculta en Secretaría de Cultural, agrega, ahora todos los actos de la institución tienen carácter de actos autoridad por lo que “su dependencia del Ejecutivo Federal tiene consecuencias trascendentes; entre otras el sometimiento de sus actos al control constitucional a través del amparo y la puntual observancia de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Más aún, sus actos, ya sea por omisión o acción, pueden ser constitutivos de transgresiones de derechos humanos que, bajo la tutela del artículo cuarto párrafo decimosegundo constitucional, tienen una expresión cultural”. ¿La renta del Palacio de Bellas Artes a Mijares puede acarrear la promoción de amparos o quejas en Derechos Humanos? “No lo veo remoto que este acto pueda ser motivo para una denuncia de este tipo, ante una autorización de este tipo se podría recurrir al amparo pues en el amparo ya no hay que demostrar el interés jurídico sino el interés legítimo. No es que a mí o a ti nos afecte una disposición del Ejecutivo federal sino que basta sólo con que sea un interés legítimo para acudir a la justicia federal”, concluye.