• Ciudadanos piden muestren trabajos de monitoreo para saber el grado de toxicidad que hay en las nubes de humo

La Paz, Baja California Sur.- La contaminación del aire que se respira en esta capital, sobre todo de quienes habitan en las inmediaciones de la bahía, o quienes transitan en momento cuando se generan las más fuertes emanaciones de las chimeneas instaladas en las plantas termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad ha generado múltiples quejas de la ciudadanía, pero sin embargo no han encontrado eco en ninguna parte. De manera constante muchas personas ven pasar una gran nube blanca que en ocasiones tiende a bajar hasta alcanzar el olfato de la gente y que de acuerdo a estudios realizados por instituciones esta se extiende hasta por las Islas Espíritu Santo y de Cerralvo, varios campos pesqueros además de la población de San Juan de Los Planes: “dependiendo en gran medida hacia dónde va el viento,” pero con ellas se advierte no solo posibles malestares para los seres humanos sino incluso una seria contaminación de nuestros mares. Son los propios habitantes que tienen sus hogares a la orilla de las costas de la capital o bien que viven al menos a un kilómetro de las mismas los que mayormente han cuestionado, sin encontrar respuesta, sobre el mal que puede causarles el aspirar ese humo que: “nosotros presumimos esas partículas contaminantes podría estarnos provocando desde mareos, fatiga, dolores de cabeza, asma, alergias y posiblemente hasta cáncer”, advirtieron. “Cada vez que las emanaciones de ese humo se vienen para la ciudad siempre nos asalta el temor de que alguna enfermedad nos pueda provocar y sobre todo a nuestros niños pequeños”, dijeron las familias asentadas en esos lugares, quienes pidieron que las autoridades correspondiente se responsabilicen de llevar a cabo los trabajos de monitoreo respectivos para que les informen hasta qué grado de toxicidad alcanza el aire que respiran. En el mismo caso, finalmente demandaron que instituciones como la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), o el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas a través de sus grupos de investigadores realicen los estudios necesarios para determinar no solamente la calidad del aire sino la posible presencia de elementos químicos-tóxicos que a través de esas toneladas de ceniza que se vierten anualmente, las cuales podrían inclusive estar causando grave contaminación hasta los propios mantos freáticos al momento de que el agua de lluvia filtra esos elementos al subsuelo.

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