CIUDAD DE MÉXICO El éxito asegurado bajo el cobijo del impresionismo fue insuficiente para Auguste Renoir, y en 1883, convencido de estar en el punto muerto de su creación, rompió con el movimiento. Entonces centró su
El éxito asegurado bajo el cobijo del impresionismo fue insuficiente para Auguste Renoir, y en 1883, convencido de estar en el punto muerto de su creación, rompió con el movimiento. Entonces centró su creatividad en el llamado “periodo ingresco” con trazos de mayor precisión en el contorno de sus personajes. Despreocupado de la estabilidad económica y atenazado por la artritis en su mano, el pintor francés reinventó su estética en los últimos años de su vida.
Sus óleos se saturaron de luz que iluminaban las piernas y brazos de sus modelos. Una irradiación de color que daba al cuerpo humano y el paisaje natural una atmósfera diferente. Un estilo pictórico que marcó la pintura europea. Y se convirtió en la historia de vida de uno de los mayores exponentes del arte del siglo XIX que ahora llega a la pantalla grande a manera de relato cinematográfico. Con la dirección del cineasta Phil Grabsky, la trayectoria del pintor se narra en el documental Renoir, admirado y denigrado. Una mirada a la vida y obra del artista que después de presentarse en cines de Europa, llega a México. A partir del 25 de septiembre, la película se proyectará en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro Cultural Universitario. En entrevista, Grabsky apunta que el relato es una biografía aumentada para entender al pintor como vínculo entre lo viejo y lo nuevo del arte. “Con este documental mucha gente aprenderá sobre la vida de Renoir, pero no sólo de sus pinturas sino más porque se habla de ese cambio de los últimos 30 años de su vida, cuando se dedicó a desarrollar este nuevo estilo. La película es una historia de Renoir preocupado por refrescar su arte”, abunda el director. El documental es parte de la serie Exhibition on screen, integrada por una docena de documentales como Goya. Visiones de carne y hueso, Manet en la Royal Academy, Chica con un pendiente de perla, Vincent van Gogh. Una nueva forma de ver, entre otros. “La idea es llevar el arte a más público, entonces buscamos entrevistas con expertos, historiadores que nos puedan dar una buena historia”. UNA MIRADA INTIMISTA El documental sobre Renoir ofrece una mirada íntima a su vida a partir del análisis de 181 obras contenidas en la colección de la Fundación Barnes de Filadelfia. Son pinturas producidas entre 1860 y 1916, que dan cuenta de la evolución del artista en las últimas décadas de trayectoria. El momento de transición entre el impresionismo y el periodo ingresco, y, a la vez, la fusión de ambos estilos hasta su muerte. Por ejemplo, en la obra Los paraguas se refleja las dos etapas: la mujer de la izquierda es del periodo impresionista y algunas de las siluetas de la parte derecha se sitúan en el periodo ingresco. Mientras que en Las grandes bañistas, una serie de estudios de figuras desnudas, se evidencia su habilidad para trabajar el color y la textura de la piel, y trasmitir un sentimiento lírico. Es la delicadeza femenina hecha plástica. “En estos años se desmarca del impresionismo y hace un cambio de su estilo que provocó duras y diferentes reacciones. Pero si miramos cuidadosamente, vemos su técnica extraordinaria y entendemos por qué tuvo tanta influencia en otros”. Estos últimos años de vida, Renoir padeció artritis, lo que impidió mover libremente las manos y pintaba con el pincel atado al brazo. La película se centra en la influencia del autor de Baile en el Moulin de la Galette en artistas como Picasso y Matisse quienes, en gran medida, construyeron su estética a partir de la obra del francés. Grabsky destaca que en la colección personal del pintor de Málaga la presencia de Renoir fue prioritaria, como se denota en el museo de Picasso en París. Eso explica por qué sus óleos inquietan tanto en el presente. El documental exhibirá por primera vez las obras de la Fundación fuera de su galería, pues jamás han sido desmontadas de los muros. “Es una colección increíble, pero nunca viaja, nunca ha salido de Filadelfia, entonces si quieres ver estas grandiosas pinturas tienes que ir a Filadelfia o ver la película”, añade el director, quien recurrió a opiniones de académicos y artistas para analizar la figura de Renoir a casi cien años de su muerte (diciembre 1919). ACERCAR AL ARTE DE RENOIR El objetivo de la película, que recorrerá 42 ciudades, es acercar el arte de Renoir por igual a expertos y legos, refiere Grabsky. “Cada vez que encendía las luces se daba cuenta de que el cuerpo humano de sus modelos era diferente; las piernas, los brazos, y eso lo trató de expresar en sus pinturas. Creo que lo que también aprendemos de Renoir es sobre su pasión”. El productor cuenta que la producción del documental implica las mismas dificultades de una película de ficción. El primer reto del proceso es seleccionar la colección o exposición temporal en que basará el guión de la película. En este caso el acervo de la Fundación Barnes de Filadelfia dictó casi en automático la secuencia fílmica. La siguiente etapa es grabar con lentes de máxima capacidad las obras a una distancia tan cercana que permita vislumbrar detalles de los trazos al óleo. Y de manera simultánea se llevan a cabo las entrevistas con los expertos que aportan el contenido histórico. “Para mí es igual que hacer una película de ficción. El cine, documental o de ficción, tiene requerimientos especiales; de lo que se trata es de contar historias”.