• Las condiciones de extrema pobreza que impera en las zonas serranas afecta a decenas de familias, que diariamente luchan por llegar al final del día con el estómago lleno

CIUDAD DE MÉXICO.

Los cuatro menores de edad que llegaron al Hospital General de Los Mochis con un cuadro de desnutrición severa, provenientes de la Sierra Tarahumara, recibieron alta médica.

Los menores, unos gemelos recién nacidos y otros dos pequeños de 3 y 5 años, respectivamente, se encuentran visiblemente recuperados. Los menores respondieron positivamente al tratamiento, por lo que abandonaron el nosocomio, a más de un día de haber ingresado. La alimentación de las comunidades serranas se basa en frijol y tortillas; sólo en tiempo de lluvias incluyen algunos vegetales. Irineo García Ponce, subdirector del Hospital General, informó que el malestar de los niños se debió a la alimentación típica y limitada que se tiene en algunos lugares de la zona serrana, la cual es a base de frijol y tortillas de maíz, aunado a las condiciones insalubres. Complementan un poco su alimentación con el tomate y la calabaza que logran sembrar en los patios de sus casas en este tiempo de lluvias.

UN LARGO CAMINO POR RECORRER

Los menores y sus padres (Juan y María Cecilia) son llevados por personal de Protección Civil de Ahome hasta la comunidad del Ranchito de Urique, enclavada en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, por un camino de más de seis horas. Para recibir apoyo, Juan proporcionó el número celular: 6351191723. La familia recibió despensas, ropa y alimentosespeciales para los pequeños, por parte de algunos ciudadanos de Los Mochis, tras darse a conocer su caso, sin embargo, el problema no termina ahí. La pobreza que impera en las zonas serranas no sólo afecta a una familia, sino a cientos de niños, mujeres, hombres y personas de la tercera edad que, si bien les va, hacen una comida al día; los niños a veces van a la escuela pero tiene que caminar durante varias horas de ida y otras tantas de regreso en condiciones de frío, calor extremo y/o lluvia; tomar un vaso con agua potable es un “lujo” que no muchos pueden darse… ¿Qué va a pasar con ellos? ¿Quién les va a “donar” la esperanza de una vida mejor?