• Cinco horas después de haber notificado el homicidio de un hombre en la colonia Márquez de León, en el mismo cuarto de 4x4 se encontró el cadáver de una mujer, lo que ha despertado críticas y señalamientos al trabajo de los agentes de la Procuraduría

La Paz, Baja California Sur.- La ola de violencia que se desató el jueves 8 de septiembre no fue lo único que acaparó los titulares de los principales medios de comunicación en la ciudad capital. El asesinato ocurrido en inmediaciones de la colonia Márquez de León fue el centro de atención de las críticas y señalamientos de la ciudadanía y de los medios de comunicación: cinco horas después de encontrar el cuerpo de Fernando Rafael Ávila Aguirre, de 27 años de edad, se notificó sobre otro cuerpo sin vida. Fernando Rafael Ávila Aguirre, de 27 años de edad fue asesinado en un domicilio de 4x4 en las calles Isla Tortuga e Isla Magdalena, sin embargo, él se encontraba al momento del ataque de los sicarios con una mujer de nombre Martha Leticia Navarro Cota, quien presuntamente era su pareja sentimental. Familiares de Martha Leticia Navarro Cota se decían preocupados puesto que no conocían el paradero de la fémina, por lo que temían que hubiese sido raptada por los sicarios que habían asesinado a Fernando Rafael Ávila Aguirre. Sin embargo, el cuerpo de Martha Leticia Navarro Cota fue encontrado cinco horas después en el mismo cuarto en el que Fernando Rafael Ávila Aguirre había sido asesinado. Supuestamente, el cadáver de Martha Leticia Navarro Cota se encontraba entre la pared y la cama, sin embargo, no queda claro cómo se realizaron las diligencias de los agentes del Ministerio Público y de Servicios Periciales en la escena, como para que cinco horas después se toparan con las sorpresa de que había otro cadáver en la habitación. Esto ha despertado incontables críticas señalamientos al desempeño de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), y ha puesto en tela de juicio si las capacitaciones que han recibido los agentes son las correctas. La competencia de los elementos de la PGJE se sumerge en las investigaciones para esclarecer delitos, así lo ha dejado claro el procurador Erasmo Palemón Alamilla Villeda, sin embargo, la incompetencia de casos como este deja mal a la corporación, y hace que nos cuestionemos cuántas fallas se cometen en las diligencias de las escenas del crimen sin que nos hayamos enterado. La cinta amarilla que delinea la cadena de custodia se ha convertido en un lujo para evitar el paso a los periodistas que cubren la fuente policiaca. La insistencia de que el acordonamiento debe de dar visibilidad no se enfoca sólo a las fotografías; nuestro trabajo no sólo consiste en informar que alguien ha sido asesinado, sino también en vigilar y observar que los agentes cumplan con los protocolos y reglamentos que por ley se establecen en este tipo de casos.

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