El debate que rompiera el récord de mayor audiencia en la historia de Estados Unidos fue clave para fijar posturas y encarar las propuestas de los candidatos RALEIGH, Estados Unidos La candidata demócrata a la
La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, mantiene a su rival republicano Donald Trump a la defensiva, al día siguiente del debate donde lo acusó de sexista, racista y evasor de impuestos.
Trump, en tanto, sugirió que "la atacará duramente" la próxima vez por las infidelidades de su marido. Clinton trató de mantener el impulso que le dio su sólido desempeño en el primer debate presidencial, mientras el magnate de Nueva York se vio nuevamente envuelto en una controversia por sus insultos por la apariencia y peso de la ex reina de belleza, Alicia Machado. La candidata comentó que durante el intercambio Trump "estuvo haciendo acusaciones y afirmaciones que se pueden demostrar que son falsas, y ofreciendo opiniones que creo que mucha gente considerará ofensivas y poco edificantes". El debate del lunes en la noche entre Clinton, que tiene décadas de experiencia en la vida pública, y Trump, quien por primera vez compite en una elección, atrajo una enorme audiencia. 84 millones de personas miraron el debate por televisión, batiendo un récord para este tipo de programas, según Nielsen. Trump se felicitó por no atacar a Clinton en el debate por las infidelidades de su marido, el ex presidente Bill Clinton, pero advirtió que puede usar ese flanco en el futuro. Aún quedan otros dos debates, el 9 de octubre en St. Louis y el 19 de octubre en Las Vegas, antes de las elecciones del 8 de noviembre. El candidato explicó que cuando Clinton lo criticó por su trato a las mujeres, se contuvo. "Iba a atacarla por las mujeres de su marido. Y decidí que no debía porque su hija estaba en el lugar". Clinton, de 70 años, encaró a Trump, de 68 años, durante el debate en la Universidad de Hofstra en Hempstead, por haber llamado a mujeres "cerdas, haraganas y perras". Trump respondió con nuevas y personales críticas a la reina de belleza venezolana, quien ganó Miss Universo en 1996 y ahora es ciudadana estadounidense. "Ella fue la ganadora y ganó un montón de peso", dijo Trump, quien fue dueño del concurso de belleza. "Era un problema real. Teníamos un problema, no sólo por su actitud, teníamos un problema concreto con ella" finalizó.