La polémica que se generó en la prensa internacional alrededor del burkini fue considerada por el primer ministro como una deformación del laicismo y pluralidad imperante en Francia CIUDAD DE MÉXICO El primer m
El primer ministro francés, Manuel Valls, se quejó hoy de que una parte de la prensa internacional deformó la situación de Francia con los musulmanes con ocasión del debate sobre el burkini, y criticó en particular que algunos medios deformen el concepto de laicismo a la francesa.
Valls reaccionó particularmente en un comunicado de su gabinete a un artículo publicado en The New York Times el pasado viernes, del que dijo “da una imagen insoportable, por falsa, de Francia”. Señaló que la autora del artículo del rotativo estadunidense no solo no explicó ni los principios republicanos franceses –libertad, igualdad, fraternidad-, ni el laicismo, sino que únicamente presentó “un punto de vista”, el de unas mujeres musulmanas que habían participado en “un acontecimiento escandaloso”, un “campamento de verano descolonial”, al que se le prohibió el acceso a blancos. A su juicio, el reportaje era sesgado porque aunque esas mujeres tienen derecho a dar su opinión, de ella se deriva que los musulmanes están en Francia “peor considerados que los perros”. Valls criticó que la periodista no se dignó a interrogar a “la inmensa mayoría de las mujeres musulmanas que no se reconocen entre una visión ultra- rigorista del islam”. El jefe de Gobierno socialista, que dijo leer de forma asidua la prensa internacional, lamentó que “una parte” de ella a la hora de explicar la polémica de este verano sobre la prohibición del burkini en las playas por parte de algunos alcaldes, haya concluido que en Francia hay una “estigmatización” de los musulmanes y que no se les deja practicar con libertad su religión. Subrayó que algunos de los testimonios de mujeres musulmanas que aparecen en The New York Times dicen que el burkini les permite estar en la playa con sus hijos, en lugar de quedarse a la sombra, y que es una forma para que las mujeres recuperen su cuerpo y su feminidad. Para Valls esos testimonios ilustran que la “dominación masculina está completamente integrada” por quienes así hablan, e insistió en que el burkini“no es un traje de baño anodino. Es una provocación, es el islamismo radical que surge y quiere imponerse en el espacio público”.En Francia consideramos que una mujer que quiere bañarse no tiene que quedarse en la sombra. Que las mujeres no pueden ser objeto de ninguna dominación masculina”, afirmó.En términos más generales, sobre el laicismo señaló que “Francia, a la diferencia de otros países, no se concibe como una yuxtaposición de comunidades cada una con su recorrido autónomo”.
Para decirlo de otra forma, no concebimos la identidad como algo étnico. La identidad francesa es una adhesión, es querer compartir un mismo destino”, afirmó el primer ministro.