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Hoy es domingo, 24 de noviembre de 2024

Se derrite esperanza de vida para los osos polares

El calentamiento global está acabando con el hielo que le servía a estos animales para descansar en altamar mientras cazaban focas para alimentarse CIUDAD DE MÉXICO. Con una pérdida diaria de 61 mil kilómetros

Se derrite esperanza de vida para los osos polares

  • El calentamiento global está acabando con el hielo que le servía a estos animales para descansar en altamar mientras cazaban focas para alimentarse
CIUDAD DE MÉXICO.

Con una pérdida diaria de 61 mil kilómetros de hielo en el océano Ártico durante mayo, las posibilidades de supervivencia del oso polar se complican. El carismático mamífero ingresó desde  2008 a la Lista Roja de las especies en peligro de extinción porque el calentamiento global ha derretido el hielo que le servía para descansar en altamar mientras cazaba focas para alimentarse.

“Si no hacemos nada para reducir las emisiones de carbono, al final del siglo ya no va haber osos polares. En la Ciudad de México ustedes pueden ayudar usando la bicicleta para transportarse, y usando fuentes de energía renovable que no emiten bióxido de carbono”, dijo a Excélsior Kyle C. Armour, catedrático de la Escuela de Oceanografía del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Washington. El problema de los osos, dijo, es el calentamiento de la atmósfera que está derritiendo vertiginosamente su hábitat, el congelado océano Ártico, la gruesa capa de hielo que durante muchos siglos fue un continente de hielo, que debe su nombre al vocablo griego Arktikos que significa “cerca del oso”. Rodeado durante siglos de la tierra firme del norte de América, del norte de Europa y del norte de Asia, este continente de hielo fue el indiscutido territorio del oso polar que sirvió también para regular el clima de todo el planeta porque su superficie luminosa sirvió como un espejo —albedo le llaman los científicos— para reflejar los rayos del sol y regresarlos al espacio, defendiendo de ese modo a la atmósfera terrestre del creciente calentamiento actual. Pero fue en septiembre de 2013 cuando una embarcación de carga, el Nordic Orion, recorrió el Paso del Noroeste, el camino más corto entre el océano Atlántico y el océano Pacífico —poco más de 7 mil kilómetros—  para convertir los antiguos dominios del oso polar en un mar como cualquier otro, atravesado por un número creciente de barcos cargueros y de cruceros turísticos. Y es aquí, precisamente, donde se agrava el problema, dijo a este diario desde las oficinas del WWF (World Wildlife Fund) en Canadá, Andrew Dumbrille, Especialista Senior en Transporte Marítimo. “El combustible pesado (HFO) que usan los barcos en el Ártico produce múltiples impactos en el ambiente marítimo y es peligroso para la salud humana. Las emisiones del HFO incluyen altas concentraciones de carbón y hollín que pueden contribuir al calentamiento global y provocar cáncer de pulmón. Pero cuando se derrama, dijo, las propiedades únicas de este petróleo pesado hacen que se emulsione sobre la superficie del mar haciendo que las aves y los mamíferos marinos también se emulsionen con este combustible que impregna sus alas hasta causarles la muerte. El Ártico se derrite y la esperanza también Hoy el descongelado océano Ártico absorbe, en vez de expulsar, el calor y el bióxido de carbono que eleva la temperatura de la Tierra. Su disminuida capa de hielo resulta hoy demasiado delgada como para sostener a estos imponentes mamíferos de 700 kilos de peso, mientras cazan focas y peces en altamar. Ante esta limitación los osos polares se refugian en tierra firme donde no pueden cazar focas, su alimento principal, y se ven obligados a ayunar durante todo el verano hasta que el hambre los lleva a robar alimento humano e incluso a ser eliminados cuando representan un grave peligro. “Los científicos sugieren que el descongelamiento de las nieve  va a un ritmo tan vertiginoso que dentro de 50 años o menos ya no habrá osos en el Ártico”, predijo hace un lustro Lawrence McGinty, el editor de la cadena ITV Science, quien en colaboración con la organización Polar Bears International produjo desde 2009 los primeros reportes en vivo desde el Parque Nacional de Wapusk en Manitoba, Canadá. En mayo de 2012, una animación elaborada por el Observatorio de la Tierra de la NASA mostró en imágenes el vertiginoso descongelamiento del hielo en el Mar de Beaufort, al norte del Yukon y Alaska en Estados Unidos, y al oeste de las Islas Árticas de Canadá. En esa zona la población de osos polares se ha visto reducida de 980 a 907 ejemplares según estadísticas de 2014 del Grupo de Especialistas del Oso Polar coordinado por la Comisión de Supervivencia de las Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN en inglés).http://www.earthobservatory.nasa.gov/IOTD/view.php?id=78429 “Tuvimos un récord de 43 grados en la lectura máxima de una temperatura mínimas que hemos registrando desde 1892. El récord anterior era de 42”, dijo vía telefónica el 31 de mayo a este diario un integrante de medición climática y atmosférica de NOAA en Anchorage, la ciudad más grande de Alaska. Los científicos y ambientalistas de Polar Bears International ya pusieron en marcha una campaña de educación ciudadana y de monitoreo permanente de osos en riesgo para involucrar a gente capacitada y dispuesta a ayudar. La organización informó que en 2014 contó a 17 mil 741 ejemplares con vida, con 2 mil 644 en el mar de Barents, 2 mil 580 en la Bahía de Foxe, 2 mil 541 en Lancaster Sound 1 mil 592 en el Golfo de Boothia, 980 al Norte del Mar Beaufort y 907 al Sur del Mar de Beaufort. Así como muertes causadas por el ser humano de 2010 a 2014: Una media de 144 en la Bahía de Baffin, de 99 en el Estrecho de Davis y de 97.8 en la Bahía de Foxe. ¿Por fin, quién se extingue? ¿El Oso o el Hombre? Desde 1982 la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) de Gland, Suiza, incluyó al oso polar, Ursus Maritimus, en su lista de especies “vulnerables” en peligro de extinción. “La especie humana ha sobrevivido a lo largo de 2 mil años pero ahora hemos llegado al punto en el que la Humanidad tiene que tomar la decisión de si la humanidad va a sobrevivir bajo su forma actual de organizarse. Hasta ahora los humanos no habían tenido que tomar una decisión como ésta”, dijo el filósofo, lingüísta y activista Noam Chomsky al canal The Elephant de youtube. “Es evidente que los requisitos institucionales para generar utilidades de corto plazo superan con creces a la preocupación por el clima y de que los niños del mañana puedan tener una vida decente”. Lo que en opinión de Dumbrille hace aún más urgente la necesidad de que el combustible pesado, HFO, sea eliminado totalmente del Ártico en el 2020. “Para de ese modo proteger la seguridad alimentaria de las comunidades locales en caso de algún derrame, así como los riesgos que implica quedar expuestos a este tipo de emisiones tóxicas”, dijo Dumbrille a Excélsior. Desde Tromso, Noruega, voceros del Instituto Polar de Noruega, Norks Polarinstitut, dijeron a este diario que el impacto del calentamiento global también está afectando a los osos polares, a pesar de que la legislación local los protege porque el derretimiento del hielo los obliga a buscar  alimento distinto a las focas.