Ya es un lujo comer pescado: consumidores

La Paz, Baja California Sur.- En tanto los verdaderos trabajadores del mar sufren, lo indecible para obtener un ingreso diario para el sostén de ellos y sus familias, inclusive arriesgando sus propias vidas frente a los bravos mares que provocan los malos tiempos, los intermediarios y quienes expenden el producto directo al público son los que al final de cuenta obtienen las ganancias, según dieron a conocer viejos pescadores de la región. A su vez, grupos de consumidores, sobre todo amas de casa se quejaron que ante la falta de una regulación en los precios del producto por parte de las autoridades, los expendedores hacen de las suyas colocando precios considerados exorbitantes como es el caso de la cabrilla y el mero que alcanza costos de hasta 220 pesos el kilogramo. Explicaron que otros productos tradicionales del mar como el perico, el lenguado y el pargo es vendido en 160 pesos por kilo, aclarando por tanto que “si tomamos en cuenta que el salario mínimo oscila en apenas 70 pesos diarios, ya es un lujo comer pescado, y por consiguiente nosotros los pobres ya no podemos comer mariscos”. Añadieron que en las pocas ocasiones en que pueden tener acceso a la compra de pescado, “lo hacemos en poca cantidad y además lo tenemos que elaborar a base de mucha verdura y acompañado de suficientes tortillas para que pueda alcanzar para todos”. Finalmente dijeron que lo peor de todo es que inclusive las cabezas de pescado que anteriormente tiraban como desecho, “hasta eso venden y a precios altos que es de 40 o 50 el kilo”, por lo que “ya ni siquiera pensamos en hacer un caldo de cabeza de pescado porque tampoco rinde para toda la familia ya que en esa parte del pescado es donde hay más hueso que otra cosa”, concluyeron.

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