Jennifer Aniston: 'No estoy embarazada, estoy harta'
La actriz californiana de 47 años explota contra los rumores y expone su enojo por el escrutinio que vive a diario su cuerpo y vida privada
CIUDAD DE MÉXICO.
La actriz californiana Jennifer Aniston explotó cont
La actriz californiana de 47 años explota contra los rumores y expone su enojo por el escrutinio que vive a diario su cuerpo y vida privada
CIUDAD DE MÉXICO.
La actriz californiana Jennifer Aniston explotó contra la llamada "prensa del corazón" que especula acerca de que a sus 47 años estaría embarazada y advirtió a los medios obsesionados en su vida que "no necesitamos estar casadas o ser madres para estar completas".
La ex estrella de la serie "Friends" no estuvo nada amigable y aseguró ya estar "no embarazada"sino "harta" de la cobertura informativa de su vida sentimenatl, al lado de su pareja Justin Thereoux, y como celebridad.
"Para que conste, yo no estoy embarazada. Lo que estoy es harta. Estoy harta de este supuesto deporte de humillación física que se realiza todos los días con el pretexto de 'periodismo', la 'Primera Enmienda' y 'noticias de las celebridades'.
"A veces, las normas culturales sólo necesitan una perspectiva diferente para que podamos verlas como lo que realmente son: una aceptación colectiva… un acuerdo inconsciente", dijo después y agregó "tenemos la oportunidad de decidir por nosotros mismos lo que es bello cuando se trata de nuestros cuerpos".
UNA RUBIA EXPLOSIVA
Estos son algunos fragmentos del texto que Jennifer Aniston escribió para "The Huffington Post":
"Voy a empezar diciendo que rebatir un rumor es algo que nunca he hecho. No me gusta gastar energía en mentiras, pero quería formar parte de una amplia conversación que ya se ha entablado y que debe continuar".
"Para que conste: no estoy embarazada, lo que estoy es harta. Harta de ese escrutinio y de ese afán por hacer sentir mal a alguien por su cuerpo con el pretexto de estar haciendo periodismo, el primer artículo de la Constitución de las noticias de famosos. La cosificación y el escrutinio a los que sometemos a las mujeres es absurdo y alarmante".
"La forma en que los medios me muestran es simplemente un reflejo de cómo vemos y describimos a las mujeres en general, con la medida de unos retorcidos estándares de belleza. A veces los patrones culturales necesitan una perspectiva diferente para que los podamos ver por lo que realmente son: una aceptación colectiva... un acuerdo inconsciente. Somos responsables de este acuerdo. Las niñas de todo el mundo absorben este acuerdo, de forma pasiva o no. Todo empieza a una temprana edad".
"Antes solía decirme que los tabloides eran como cómics, algo que no te tienes que tomar muy en serio, como una serie de televisión que la gente sigue para entretenerse. Pero la verdad es que ya no puedo seguir diciéndomelo porque la realidad es que el acoso y la cosificación que he experimentado de primera mano desde hace décadas refleja la forma retorcida en que calculamos el valor de una mujer".
"El mes pasado me di cuenta de hasta qué punto definimos la valía de una mujer en base a su estado civil y familiar. La enorme cantidad de recursos que gasta la prensa simplemente para intentar dilucidar si estoy o no embarazada (por enésima vez) señala la perpetuación de esta noción de que las mujeres están de algún modo incompletas, son unas fracasadas o unas infelices si no están casadas y tienen hijos".
"A lo que voy con este tema: somos completas con o sin pareja, con o sin hijos. Tenemos que decidir por nosotras mismas qué es bello en lo que a nuestro cuerpo se refiere. Esta decisión es nuestra y sólo nuestra. Tomemos esta decisión por nosotras mismas y por las chicas que nos miran como un ejemplo a seguir. Tomemos esta decisión de forma consciente, lejos del ruido de los tabloides. No tenemos que estar casadas o ser madres para estar completas. Tenemos que definir nuestro propio y fue feliz y comió perdiz".
"Me molesta que me hagan sentir inferior porque mi cuerpo esté cambiando y/o me haya comido una hamburguesa y me hagan una foto desde un ángulo raro. (...) Entonces, sólo hay dos opciones: o estoy embarazada o gorda. Por no hablar de lo molesto que es que tus amigos, compañeros o desconocidos te feliciten por un embarazo ficticio (y suelen ser más de diez veces al día)".