BERLÍN. El Festival de Ópera de Bayreuth, fundado en 1876 por Richard Wagner en esa ciudad de Baviera, abrirá mañana su nueva temporada entre reforzadas medidas de seguridad y con el estreno de un Parsifaletiquetado,
El Festival de Ópera de Bayreuth, fundado en 1876 por Richard Wagner en esa ciudad de Baviera, abrirá mañana su nueva temporada entre reforzadas medidas de seguridad y con el estreno de un Parsifaletiquetado, con razón o no, de crítico contra el Islam.
Por primera vez en su historia, el viejo teatro sobre la Verde Colina, por cuyos jardines señorearon en el pasado Luis II de Baviera o Adolf Hitler, está protegido por vallas y para acceder a su interior habrá que superar rígidos controles policiales. En medio de la conmoción por el tiroteo del viernes en Múnich, con diez víctimas mortales incluido el joven agresor, que se suicidó con su arma, el Festival anunció la supresión tanto de la alfombra roja inaugural como la recepción tras la apertura de la temporada. Ambos actos concentran año a año a la plana mayor de la política bávara y del resto del país, aunque para este año no se contaba ya con la presencia de la canciller, Angela Merkel, asidua a la inauguración del festival desde sus tiempos en la oposición La alarma generalizada antiterrorista, que rige para toda Europa y cualquier gran evento, ha alcanzado ya a esa ciudad de provincia bávara, que llevaba semanas reforzando sus medidas de seguridad. El Festival ha tenido que "adaptarse a esa nueva situación", comentaron fuentes de la organización, en una temporada que contará como único estreno con el Parsifal de Uwe Eric Laufenger. El resto de la programación lo integran las reposiciones de El Anillo del Nibelungode Frank Castorf; del Tristán de Katharina Wagner y del Holandés Errante, de Jan Philip Gloger. Originariamente, el director escénico del Parsifal iba a ser el alemán Jonathan Meese, con reputación de provocador, mientras que la dirección musical correspondería al letón Andris Nelsons. El primero quedó apeado del proyecto en 2014, aparentemente porque su propuesta era demasiado cara; el segundo renunció a dirigir la ópera hace unas semanas, según parece molesto por las injerencias de Christian Thielemann, director titular del festival. La heredera del legado Wagner, Katharina Wagner -bisnieta del compositor y directora en solitario del festival desde 2015, tras unos años de gestión colegiada con su hermana Eva Wagner-Pasquier- encontró un relevo de urgencia en el veterano Harmut Haenchen. Al revuelo causado por el abandono de Nelsons siguieron las especulaciones de las verdaderas razones de esa renuncia in extremis, y si hay amenazas concretas sobre el festival.