EU envía a Cuba material para restaurar la antigua propiedad del autor de Fiesta LA HABANA. Justo antes del mediodía de ayer, afuera de la finca de Ernest Hemingway en La Habana, un chirrido metálico opacó los
Justo antes del mediodía de ayer, afuera de la finca de Ernest Hemingway en La Habana, un chirrido metálico opacó los trinos de aves tropicales y el sonido de una banda de música que entretenía a varios turistas.
Un trabajador estadunidense abrió la puerta de uno de los contenedores. Un trabajador cubano abrió otro. El contenido constituye un tesoro: arcones con herramientas y materiales de todo tipo, desde cajas de fusibles hasta ventanas a prueba de huracanes, todo comprado en EU. En una isla donde encontrar tornillos puede convertirse en una odisea, la nueva era de normalización entre EU y Cuba contribuyó a la llegada de materiales y equipo valuados en centenares de miles de dólares para construir una instalación sencilla, pero moderna, que se destinará a la preservación de las antiguas pertenencias de Hemingway, desde libros y cartas hasta cañas de pescar y cabezas disecadas de animales africanos. La apertura de los dos contenedores no fue el momento más espectacular en el año y medio transcurrido desde la distensión en las relaciones que anunciaron los presidentes Obama y Castro. Sin embargo, desempacar los artículos que serán utilizados para preservar la memoria de un icono de amistad entre EU y Cuba tuvo carga simbólica. Hemingway vivió en la Finca Vigía en las décadas de 1940 y 1950, y los lugares en la isla donde trabajó, pescó y bebió se convirtieron en sitios que atraen a turistas de todo el mundo.“Preservar este legado nos dignifica a norteamericanos y cubanos”, dijo Ada Alfonso, tiutlar del museo Finca Vigía.A su muerte en 1961, Hemingway dejó cinco mil fotos, 10 mil cartas y miles de notas en nueve mil libros. La mayor parte de esos materiales está almacenada en el sótano infestado de termitas.