El asesino de Orlando estaba casado, tenía un pasado como maltratador y era vigilante de seguridad. Los que lo conocieron lo describen como inestable y lleno de odio Un nombre emerge de la peor matanza a tiros r
Un nombre emerge de la peor matanza a tiros registrada en la historia de Estados Unidos: Omar Siddique Mateen. Estadounidense de origen afgano de 29 años, residía en Port Saint Lucie, una localidad costera situada a unos 200 kilómetros al sur de Orlando, donde en la madrugada de ayer entró armado en un club gay y mató a tiros a 50 personas e hirió a otras 53. Es la mayor matanza de la historia de Estados Unidos.
Sin embargo, un portavoz del FBI declaró después que el sospechoso compró recientemente varias armas y que justo antes de la masacre llamó al teléfono de emergencias, el 911. El FBI no quiso pronunciarse sobre el contenido de esta llamada. Varios medios aseguran, citando fuentes policiales, que en ella Mateen juró lealtad al Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) y a su líder e hizo referencia a los atentados de Boston. La investigación aún no ha hallado pruebas, 24 horas después de la matanza, de conexiones directas del autor de los disparos con grupos terroristas. El FBI está registrando la casa del sospechoso en busca de información en su ordenador y rastreando su huella en las redes sociales. Mateen estaba divorciado y era padre de un niño de tres años. Trabajaba como guardia de seguridad en la empresa G4S y tenía permiso para llevar armas. La exesposa de Mateen, que habló bajo condición de anonimato con el diario The Washington Post, aseguró que “no era una persona estable”. “Me pegaba. Llegaba a casa y me empezaba a pegar porque la colada no estaba terminada o cosas así”, indicó. Mateen tenía por entonces una pistola de calibre pequeño y trabajaba como guarda de seguridad en un centro de internamiento juvenil. La mujer identificó una cuenta de MySpace como propiedad del asesino. En ella se ven fotos de un hombre joven posando ante el espejo y otras instantáneas del propio Mateen. En una de ellas lleva una camiseta con el logo de la policía de Nueva York. La pareja se divorció en 2011 después de que los padres de ella supieran de los maltratos y la ayudaran a abandonar la casa. El matrimonio duró solo unos meses. La figura que emerge de las declaraciones de aquellos que le conocían es la de un joven hosco, antipático y que había expresado en voz alta odio racial y religioso. El diario Los Angeles Times habló con un excompañero de trabajo llamado Daniel Gilroy, de 44 años, quien dijo que Mateen "era peligroso, no le gustaban los negros, las mujeres, las lesbianas ni los judíos". Este testigo asegura que llamó la atención a sus jefes sobre el comportamiento de Mateen y no le hicieron caso. "En la vida hay fanáticos. Pero él lo superaba todo. Siempre estaba enfadado, sudado, simplemente cabreado con el mundo". "Sabía que algo así iba a suceder", dijo al Times. La empresa de seguridad publicó un comunicado diciendo que están "impresionados y apenados" y en el que afirma que están cooperando con la investigación. El diario local Orlando Sentinel habló con una excompañera de Mateen del instituto que lo describió como "un tonto", pero no alguien violento.“No era estable”