Las autoridades japonesas sospechan que los padres del menor ejercieron maltrato psicológico contra su hijo, quien estuvo seis días extraviado en el monte TOKIO. La policía notificó hoy a un centro de protecció
La policía notificó hoy a un centro de protección de la infancia la posibilidad de que haya sufrido maltrato psicológico a manos de padresel niño japonés que pasó seis días perdido en el monte después de que estos lo abandonaran como castigo.
Autoridades de la comisaría central de Hakodate, que tiene jurisdicción sobre la pedanía donde desapareció el pequeño de siete años el pasado 28 de mayo, anunciaron hoy que se ha comunicado esta posibilidad al centro de protección del menor de esta localidad para que investigue lo sucedido, informó la agencia Kyodo. El caso ha abierto en Japón el debate sobre el nivel de dureza de los castigos que se aplican a los más pequeños en el país asiático. Los padres del niño, Yamato Tanooka, contaron que el día de su desaparición lo abandonaron en el bosque como castigo por su mal comportamiento y que, tras perderlo de vista, retornaron pocos minutos después con intención de recogerlo con el coche. Sin embargo, los progenitores explicaron que el pequeño ya no estaba cuando regresaron al lugar. Tras seis días de intensa búsqueda por parte de un gran dispositivo desplegado en la zona boscosa donde se perdió Yamato, unos soldados lo encontraron el pasado viernes por casualidad en el hangar de una base militar que apenas se utiliza, situado a solo cinco kilómetros del lugar de donde desapareció. Yamato se resguardó desde el día de su desaparición en el refugio de madera, donde no había luz ni comida aunque sí un grifo, gracias al cual pudo beber agua. Hoy el niño aseguró al padre que durante los seis días que pasó ahí resguardado no comió nada ni vio a nadie y también explicó que decidió cobijarse en el hangar porque pensó que alguien lo encontraría, según informó Kyodo. Los equipos de rescate inicialmente rastrearon un radio de tres kilómetros en la zona, poblada por osos pardos, y luego extendieron el foco, aunque en dirección contraria a la que caminó el niño, lo que ha puesto en tela de juicio los métodos empleados por estos contingentes y la policía nipona en casos de desaparición.