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Hoy es sábado, 23 de noviembre de 2024

Icomos se quedó en bikini

Graciela Mota Botello, presidenta del organismo, asegura que existen nuevas líneas para proteger el patrominio a nivel internacional CIUDAD DE MÉXICO Graciela Mota Botello dice que en México “se sigue habland

Icomos se quedó en bikini

  • Graciela Mota Botello, presidenta del organismo, asegura que existen nuevas líneas para proteger el patrominio a nivel internacional
CIUDAD DE MÉXICO

Graciela Mota Botello dice que en México “se sigue hablando de patrimonio cultural” cuando a nivel mundial las cosas han cambiado. “Número uno, aquí se asocia el patrimonio con lo privado, y cultural con lo viejo, no se conoce la agenda mundial”. La sicóloga afirma que las cosas comenzaron a cambiar en 1994, con la publicación de la llamada Carta de Nara sobre Autenticidad. “Se ha venido una lucha terminal para cambiar el aspecto material e inmaterial y pasar del patrimonio al tema del territorio”, afirma.

Piensa que en México la discusión avanzó lento y que Icomos se volvió doctrinario. “A mi llegada a la presidencia de Icomos me encuentro con un universo importante, definitivamente doctrinario, que es importante no perder de vista, sin embargo Icomos se fue haciendo chiquito, se fue adelgazando, se quedó como en bikini, ahora lo que hay que hacer es abrir Icomos, tener una relación diferente”. “Yo siento que hubo la necesidad frente a los conflictos y que había que decir esto no, esto no, esto no, y hasta ahí se quedó, yo no critico esa parte, lo respeto y lo honro, pero Icomos se fue adelgazando por su discurso”. Mota Botello dice que uno de los grandes errores del organismo fue que funcionó a través de los diferentes despachos de sus miembros: “Carlos Flores Marini era un monstruo, Javier (Villalobos) es otro monstruo, pero son despachos, son los presidentes y reproducimos el presidencialismo en Icomos”. Surgido como una asociación civil no gubernamental, Icomos fue fundado en 1965 como resultado de la creación de la Carta de Venecia (en cuya redacción participó Flores Marini). Su misión fue la de  proponer bienes como Patrimonio Cultural de la Humanidad y su principal objetivo fue el de promover la conservación y protección de monumentos y de sitios de interés cultural. En México funcionó a través de delegaciones estatales, asociadas a la central, y con comités científicos especializados en las diferentes ramas de la conservación. Siempre de carácter crítico y combativo, Icomos se opuso a las decisiones políticas que intentaron arrasar con el patrimonio cultural. Ahora, dice Mota Botello, “Icomos no va a estar para pegarle a ninguna institución, el Icomos es un organismo para sumar, para orientar, si se viene un conflicto técnicamente estaremos para aportar. Estamos amarrando cosas con instituciones pero no en contra de ellas”. La sicóloga tiene claro que antes debe solucionar la situación financiera del organismo. “Estamos en números rojos, colorados y guindas, salpicamos guindas”, dice. Para tratar de paliar esa realidad propone que los comités científicos existentes ofrezcan servicios como capacitaciones, dictámenes o asesorías a gobiernos estatales y municipales, así como otras instituciones públicas y privadas, a través de las universidades locales. También quiere obtener el reconocimiento y apoyo de Conacyt; planea emprender un proyecto editorial y la producción de distintos materiales, “sobre todo multimedia”, así como una revista. Mota Botello dice que actualmente Icomos cuenta todavía con 140 miembros de los “más de 600” que alguna vez tuvo. El problema se expande a nivel nacional, donde se retiraron cinco comités estatales: “Puebla tiene un conflicto terrible; Oaxaca y Veracruz se disolvieron; hemos querido impulsar Chihuahua que se empezó a retirar, también tratamos de revivir Zacatecas”. ¿Son estados con muchos problemas de conservación de su patrimonio?, se le pregunta. “El patrimonio cultural es un escenario de conflictos, el asunto es cómo defiendes el patrimonio cultural: con abogados, con políticos, con arquitectos o con machetes, ¿cómo lo vamos a defender?, con todo eso si es necesario”, responde. Como sicóloga, dice que la defensa del patrimonio implica “principios sicológicos básicos”. “Son temas de toma de decisiones, de manejo de conflicto, de percepción, de desarrollo e inteligencias múltiples, de manejo grupal, eso es lo que es el patrimonio cultural también. ¿Qué tenemos que hacer?, una relectura, tenemos que abrir todas las puertas, quiénes son los que estamos, quiénes son los que vamos a seguir, quiénes se fueron, por qué no regresan, por qué se fueron, es muy difícil tratar de defender el pasado si nosotros nos quedamos en el pasado”, agrega. ¿Cuál será su relación con instituciones como el INAH? “El INAH y el INBA además de buenos amigos, somos gente de mucho respeto, somos intelectuales y lo importante es ver qué nos une no qué nos separa. Se está creando una Secretaría (de Cultura) y evidentemente tenemos que impactar en una nueva Ley de cultura. En Icomos somos gente crítica pero no somos criticones, el Icomos debe aprender a hacer buena crítica, la buena crítica abre, no cierra, si uno llega a los enfrentamiento radicales se deben tomar posturas y frente a eso México tomó postura cuando firmó tratados internacionales , no seré yo, sino la situación, quien tenga la última palabra”.