• En Todos Santos, visitó el plantón de Punta Lobos y ofreció una conferencia por la tarde • Llamó a los sudcalifornanos a luchar por mantener “con vida” su península ante el entreguismo del gobierno

Todos Santos, Baja California Sur.- Porque México debería ser un país autosustentable, autosuficiente y se ha convertido en todo lo contrario, en un total dependiente de las economías extranjeras a través de las políticas de estado, el padre Alejandro Solalinde señaló al presidente Enrique Peña Nieto como “un traidor a la constitución y a su pueblo”, que ha ocasionado que los problemas que la nación enfrentaba desde hace años, como la corrupción y el narcotráfico, se agudizaran. Las pruebas están –dijo- en el actual estado de abandono en el que se encuentran los pueblos indígenas en México, así como la actual crisis laboral y de derechos humanos que enfrentan los trabajadores del campo, que aseguró ya se encuentra “arruinado”, por lo que sentenció que el actual ejecutivo federal no ha sabido escuchar a la gente y solidarizarse con sus representados. En su reciente visita a Todos Santos, el sacerdote realizó una visita al plantón que mantienen los pescadores de la Sociedad Cooperativa Punta Lobos ante la construcción del desarrollo inmobiliario “Tres Santos”, de la empresa Mira Companies para solidarizarse con su causa y criticó que el actual gobierno federal esté “entregando” los recursos y la tierra a los dueños de los grandes capitales para enriquecerse fácilmente, sin procurar el verdadero bienestar y desarrollo social de su pueblo. “Es un problema global, lo que pasa es que en otras partes del mundo las autoridades defienden más a su gente, defienden más sus derechos y aquí no. Aquí los gobernantes les dan largas, […] hacen compromisos que no cumplen y lo más triste es que a lo oscurito están entregando la tierra y los recursos a las transnacionales, a los desarrollos, en lugar de ver el bien de la gente […] ellos se llevan una buena tajada, una buena rebanada de pastel a cambio de dañar a su propio pueblo, a su propia gente y a su tierra”, sentenció el reconocido defensor de derechos humanos. El padre hizo un llamado a los ciudadanos a luchar para “mantener con vida” a Baja California Sur, sin importar su origen de procedencia, ya que “por el hecho de estar aquí ya son corresponsables de la suerte de esta península”, por lo que deben organizarse y enfrentar la posible contaminación de sus recursos naturales, así como el desplazamiento de sus primeros habitantes, quienes también tienen derecho a gozar de los beneficios del desarrollo. “Sí queremos, cómo no, que la península y México se desarrolle, pero no a costa de la gente, no para que se lleven toda la riqueza, sino para que de verdad sea un verdadero progreso para el bienestar y lograr una calidad de vida de todas y todos los bajacalifornianos”, expresó el padre en entrevista para El Independiente. El padre también hizo una reflexión acerca del papel de la iglesia a nivel nacional como “una comparsa del gobierno”, manifestando que sus líderes se benefician con una agenda de cúpula común y aseguró que si los quienes la jerarquía católica cumplieran con su función a cabalidad, instauraría un nuevo movimiento de consciencia y valores en lugar de continuar ausentes en la lucha de los grupos vulnerables que luchan por sus derechos y libertades. “La jerarquía católica tiene que hacer un esfuerzo, tiene que dejar de ser una comparsa del gobierno, y no lo lo digo aquí […] pero en muchos lugares sí, lo ves y obvio que son comparsas del gobierno y que solamente se benefician […] si la iglesia hiciera lo que tiene que hacer, sembrar valores, un movimiento de consciencia y solidarizarse con todos estos movimientos legítimos de lucha por los recursos de los derechos humanos y laborales, sería otra cosa nuestro pueblo de México”, finalizó el padre en entrevista para este matutino. Por la tarde, el presbítero participó en el primer Congreso Ciudadano “Megaminería, Megadesarrollos y Derechos Humanos” con una conferencia magna en el Teatro Manuel Márquez de León, en el que relató las bases de su filosofía religiosa, su visión de los valores en nuestro país y del papel de la iglesia en los nuevos regímenes de gobierno; además, hizo énfasis en sus experiencias personales en la lucha por los derechos humanos por un lapso de hora y media.

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