• La videograbación de la golpiza que recibió una adolescente en Cabos San Lucas dejó al descubierto la incapacidad de reacción de las autoridades

La Paz, Baja California Sur.-La videograbación en la que aparece una adolescente siendo golpeada brutalmente para ingresar a una pandilla en Cabos San Lucas le dio la vuelta a las redes sociales, puesto que la joven tuvo que soportar una golpiza por 20 segundos, la cual le propinaron presuntas integrantes de agrupación. La noticia no se detuvo ahí, puesto que días después, la adolescente que fue golpeada en el vídeo, apareció en redes sociales y aseguró que fue sometida a tal acto de brutalidad “por voluntad” propia. La flagelación grabada en vídeo deja un amargo sabor de boca e indignación entre la población del Estado, sin dejar de mencionar a las asociaciones civiles que ya han dado declaraciones al respecto. En el caso del Consejo de Atención a Víctimas del Delito, su representante Arturo Rubio Ruiz declaró que la situación desatada tras la publicación del vídeo al constatar que nuestras autoridades encargadas de la prevención y persecución de los delitos, refleja una garrafal incapacidad de reacción. “No hay capacidad de reacción de las autoridades ante la gravísima perspectiva que evidencia la existencia de grupos juveniles en zonas marginales, que recurren a ejercicios violentos como requisitos de admisión, similares a los que implementan organizaciones criminales con ramificaciones internacionales que reclutan integrantes desde edad temprana, como los llamados “maras”, y otras organizaciones pandilleriles similares, gestadas entre grupos migrantes marginales, que a la postre se convierten en cuneros de sicarios, secuestradores, traficantes y en general, delincuentes violentos”, dijo. “Las condiciones socioeconómicas en las que predomina la segregación social y la desintegración familiar, son el campo de cultivo idóneo para el surgimiento del tipo de células de agrupación juvenil, que por imitación o manipulación, y siempre en busca de identidad y aceptación, atrapan a infantes y preadolescentes. La necesidad de agruparse, de sentirse aceptado, integrado, es vital en el ser humano. Después de todo, somos animales gregarios”, comentó. Rubio Ruiz enfatiza en que las problemáticas que se pueden analizar tras la publicación de este vídeo son actuales y nos afectan y amenazan como sociedad, por lo que cual, también nos exige que reaccionemos. “Nuestra responsabilidad va mucho más allá de la simple asignación de culpas. Y ante la pasividad e indolente negligencia de nuestras autoridades, debemos empezar a tomar un papel proactivo en la búsqueda de prontas y eficaces soluciones, a los detonantes que hoy permiten que en nuestro Estado, las pandillas juveniles -semillero de criminales-, sienten sus reales y tomen el control de los espacios iniciales de nuestros adolescentes”, compartió. El abogado señala que debemos comenzar por exigir a las autoridades preventivas y persecutoras, un programa de acciones tendientes a combatir, reprimir, evitar y erradicar las pandillas, y sobre todo, las causas que generan y propician su génesis y su existencia. “A la par de la exigencia a nuestros empleados gubernamentales, habremos de incorporarnos, en la medida de nuestras personales limitaciones, a los programas de participación social que propicien la integración familiar y los valores fundamentales, trabajando en nuestro entorno cercano, ya sea vecinal, escolar o laboral. Hay que hacer algo, hacerlo bien, y hacerlo pronto. Estamos a tiempo”, mencionó. “Debemos desarrollar la capacidad de detectar en el ámbito familiar, vecinal, comunitario, todos aquellos factores que detonan la violencia entre nuestros infantes y adolescentes. Somos corresponsables en la labor oficial en materia de prevención, detección, atención y combate a la violencia infantil y juvenil”, finalizó.

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