• A tres años del accidente del ex procurador Gamill Arreola Leal, sale a la luz una nueva versión de los hechos

La Paz, Baja California Sur.-Ramona Amador Carballo, con todos los arrestos del mundo, se plantó ante los micrófonos y cámaras de Diario El Independiente; hoy esta mujer busca que la historia de su hermano sea escuchada. Hace tres años, Juan Pablo Amador Carballo se convirtió en el presunto responsable de una tragedia que cobró la vida de tres personas en la carretera La Paz – Ciudad Constitución, en un accidente en el que se vio involucrado también el entonces procurador de justicia, Gamill Arreola Leal y el entonces director de la Policía Ministerial, Hugo Paul Galindo Camacho. A casi tres años de este accidente automovilístico, hasta el momento jamás se había escuchado la versión de la parte que es señalada como presunta responsable del percance. Hoy, Ramona Amador Castillo, hermana de Juan Pablo Amador Castillo quien es señalado como el presunto responsable de este homicidio culposo, ha cobrado valentía para denunciar que hubo irregularidades en el caso de su hermano que nunca fueron atendidas por las autoridades. La hermana de Juan Pablo Amador Carballo manifiesta que hubo diversas irregularidades en torno al caso de que vive su familia, puesto que hay una versión de la historia que no se ha contado a los medios de comunicación. Es por eso que Ramona Amador Carballo exige a las autoridades correspondientes que “no se hagan de la vista gorda” y revisen el expediente del caso de Juan Pablo Amador, quien manejaba el tráiler que chocó contra la camioneta en la que viajaba el procurador. Un apunte especial que hizo Ramona Amador es que su hermano no manejaba en estado de ebriedad como se manejó hace tres años, a tal grado que cuando se registró el percance, Juan Pablo permaneció en la escena y auxilió a una mujer y su bebé que viajaba en el tercer vehículo involucrado. Incluso, ahora corre una versión de los hechos no corroborada en la que se apunta que la camioneta en la que viajaba el entonces procurador de justicia, iba rebasando vehículos en la carretera, hecho que nunca había sido mencionado previamente por las autoridades correspondientes. Asimismo, esta fémina hace hincapié en que a casi tres años del caso, ni siquiera le han dictado sentencia a su hermano. “Tiene tres años que estamos esperando la sentencia y no hay nada aún, no es justo. Lo único que les pido a las autoridades es que se haga justicia y que se cheque bien el expediente, que investiguen bien las cosas cómo fueron”, señaló. Por otra parte, según Ramona Amador, los dos hijos más grandes de Juan Pablo, un joven de 17 años y una adolescente de 14 años, tuvieron que abandonar sus estudios para que los dos hijos menores, una niña de 11 años y un niño de 9 años, tuvieran pan en la mesa. Los dos hijos mayores de Juan Pablo se dedican a trabajar en el campo desde hace casi tres años, esto con el objetivos de poder llevar comida y sustento a los dos hijos menores, según cuenta Ramona Amador. “Hemos vivido una situación muy crítica con sus hijos, ellos siempre dependieron de mi hermano, no es por nada pero siempre fue muy responsable y trabajadora, nunca los abandonó”, dijo. “Fue muy duro para ellos, porque así no más de golpe se separaron de su papá”, explicó. “Mi hermano trabaja en el Cereso en el área de mantenimiento; gana 150 pesos a la quincena, y ese dinero él se lo manda a sus hijos”, mencionó. Al ser cuestionada sobre si ha habido un acercamiento con las autoridades, Ramona respondió que sólo han platicado del caso con la juez que lleva el expediente, la cual ha sido identificada como Rosalía Cota. “Con quien estuve platicando hace más de un mes, fue con la juez. Me dijo que en esta semana ya iban a sentenciar a mi hermano, pero ya hace más de un mes que estoy esperando que den sentencia”, agregó. “Exijo que hagan un revisión al caso, exijo que se haga justicia, porque hasta ahorita ante todos los medios y ante todos los ciudadanos aquí el culpable es él”, enfatizó. El accidente al que hace referencia ocurrió el 11 de junio del 2013; el entonces procurador de justicia, Gamill Arreola Leal viajaba desde la Ciudad de Constitución hacia la ciudad de La Paz, luego de haber sostenido una reunión con el entonces presidente municipal de Comondú, Venustiano Pérez Sánchez. Arreola Leal viajaba en compañía del entonces director de la Policía Ministerial, Paul Galindo Camacho quien supuestamente manejaba la camioneta, marca Suburban, en la que se trasladaban. Fue en el kilómetro 60 de la carretera La Paz – Ciudad Constitución el lugar donde se presentó el accidente que cobraría la vida de tres personas. A casi tres años de este incidente, es complicado corroborar las versiones que se han puesto sobre la mesa, sin embargo, debido al historial de corrupción en el que se vio envuelta la Procuraduría durante el tiempo en el que Arreola Leal estuvo al frente, es lógico que las dudas despierten. Hoy en día, la confianza y la credibilidad son virtudes que nadie debería dejar escapar tan fácil, puesto que si alguien es capaz de fabricar o permitir la falacia de crear chivos expiatorios como el caso de Daniel Sánchez, en homicidios como el de Jonathan Hernández, es totalmente comprensible que familiares exijan por lo menos una revisión del expediente.

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