En EU existen algunas prisiones que permiten a las a las presas vivir con sus bebés hasta que cumplan su condena BEDFORD HILLS. Jennifer Dumas se sienta en un sofá con su hija de seis meses en el regazo. La hab
Jennifer Dumas se sienta en un sofá con su hija de seis meses en el regazo. La habitación está llena de juguetes de colores y libros infantiles.
Se ve como cualquier otra guardería, salvo por las rejas en las ventanas y el alambre de espino sobre las cercas que rodean el austero edificio de ladrillo. La prisión de máxima seguridad de Bedford Hills, en Nueva York, es una de las pocas cárceles de Estados Unidos que permite a las presas vivir con sus bebés, una estrategia centenaria que no todos los expertos ven como el mejor modo de gestionar los casos de las mujeres que están embarazadas cuando sonencarceladas. Las madres que tienen esa oportunidad dicen que es mejor que la alternativa: en la mayoría de las prisiones los bebés nacidos tras las rejas deben entregarse en un plazo de un día a un pariente o a una familia sustituta.Antes de estar aquí, pensaba que era una idea terrible. ¿Un bebé en prisión? No, gracias", dijo Dumas, de 24 años, mientras su hija Codylunn se mecía alegre en una silla mecedora. Pero en realidad es maravilloso poder pasar tanto tiempo con mi pequeña... Es una bendición poder hacerlo", comentó.Nadie cree que criar bebés entre rejas sea lo ideal y a algunos les preocupa que los niños puedan verse marcados por la experiencia. Pero algunos activistas creen que la práctica permite a la madre y al niño desarrollar un vital vínculo psicológico y que las clases de maternidad y otras clases vocacionales ayudan a las madres a evitar problemas con la ley cuando salgan de la prisión. Unas 112 mil mujeres están retenidas en prisiones estatales y federales de EU, la mayoría por drogas o delitos contra la propiedad. Se estima que una de cada 25 mujeres que entran al sistema carcelario está embarazada cuando entra a prisión, según la organización sin ánimo de lucro Sentencing Project. Pero no hay estadísticas nacionales sobre la cantidad de bebés nacidos de mujeres presas.
Sigue dando miedo", dijo Dumas. En cualquier momento, si haces algo que no debes con tu bebé, podrían enviarlo a casa", comentó.Algunas mujeres han sido expulsadas del programa por incumplir las normas, pero el personal de correccionales y activistas dijeron no poder recordar ningún caso en los últimos años en el que un bebé sufriera daño.
El énfasis debe ser qué es lo mejor para el bebé", dijo James Dwyer, un profesor de derecho del College of William & Mary, que ha escrito un reporte sobre el tema. Hay escepticismo sobre que estas mujeres sean madres adecuadas", opinó.Mary Byrne, investigadora de Columbia University, que pasó años estudiando a madres e hijos que empezaron su vida en Bedford Hills, dijo que los pequeños establecieron vínculos clave con sus madres y un segundo estudio, después de que salieran en libertad, determinó que no eran distintos de los niños criados en completa libertad.
Mucha gente asume que cualquier exposición a una prisión causaría problemas... estar expuestos a la violencia y a gente horrible les dejará una marca", dijo. Pero eso no es lo que encontramos", afirmó.La hermana Teresa Fitzgerald, monja católica que dirige Hour Children, una organización sin fines de lucro que gestiona la guardería de Bedford Hills, lo expresó de forma más directa:
Los bebés tienen que estar con sus madres. En un palacio o una prisión, ni lo saben ni les importa mientras se sientan amados y respaldados", comentó.La guardería se gestiona bajo un contrato anual con el estado de unos 170 mil dólares, indicó el departamento de correccionales. Poner a 16 bebés con familias sustitutas costaría 480 mil dólares anuales, según información estatal. El índice de reincidencia para las presas de Bedford Hills en el programa de guardería está dentro de lo habitual de estos programas, del 13% frente al 26% para todas las presas del centro, según un informe de la Women's Prison Association, un grupo activista.
Creo que todo el mundo merece al menos una oportunidad de arreglar los errores que han cometido", dijo. Mis hijos no hicieron esto, y merecen tenerme de vuelta", agregó.En Decatur, Bedford Hills y otros programas, las futuras madres son elegidas en función de sus delitos y de si tienen un historial de maltrato infantil. Muchos activistas cuestionan por qué hay que encarcelar a estas mujeres desde un principio. Por lo general, las presas aceptadas en estos programas tienen delitos no violentos y condenas bastante breves, lo que las hace ideales por programas más baratos de casas intermedias, que permiten a madre e hijo seguir juntos. Tras cumplir sus sentencias, casi todas las madres en Bedford pasan a una casa intermedia en la ciudad de Nueva York que gestiona la organización de Fitzgerald, que también las ayuda con el cuidado de los niños y empleos. Las madres dicen que es una oportunidad de oro. Dumas, que tiene un hijo fuera, espera ir también allí.
Es una forma de centrarme, intentar ser madre de nuevo fuera pero con una red de seguridad", comentó. No sé de nadie que tenga eso", agregó.