• La firma Nivi Group montó un stand en el Foro de Seguridad y Contraterrorismo de Londres, promocionando la venta de sus servicios

LONDRES.- El miércoles y jueves la firma italiana Nivi Group montó un stand en el Foro de Seguridad y Contraterrorismo de Londres. Promocionando la venta de sus servicios, demostró a decenas de corporativos y agregadurías militares europeas el servicio de espionaje, vigilancia y protección que vendió hace dos años y es utilizado en la Residencia Oficial de Los Pinos.

Dicho servicio costó 400 mil euros más una licencia anual de cinco mil euros. Fue cabildeado hace dos años y entró en ejecución hace un año. Los documentos presentados tienen las insignias del Estado Mayor Presidencial (EMP), quien espía, de manera panóptica, todo el comportamiento y comunicaciones privadas emitidas dentro y en el radar de las oficinas y bosque de Los Pinos. Todo, obviamente, sin el conocimiento o autorización de sus invitados. La empresa basada en Florencia explicó la venta, instrucción e implementación de diversos softwares. “Tetra” (Terrestrial Trunked Radio), rastrea, permite escuchar y almacenar todas las llamadas entrantes y salientes de teléfonos celulares de quien visita Los Pinos y conecta los radios y walkie talkies de las divisiones del EMP para que puedan escuchar todas las pláticas y frecuencias en tiempo real. Instaló el software API “Open GL” que recrea en 2D y 3D la presencia, cantidad y movimiento de individuos en Los Pinos en situaciones llamadas “Misión de situación (environment) crítica”. El acceso de puertas, control de invasiones y zonas restringidas se controlan y visualizan como si fuera un videojuego interactivo en un parque de diversión tipo Walt Disney. No se precisó si se vendieron-adquirieron o solamente se actualizaron-conectaron cámaras de video, pero Nivi aseguró que existen entre 450 y 500 cámaras en Los Pinos. Al explicar lo anterior, en una diapositiva interactiva de Nivi Group se puede observar “30 Cámaras Ptz”, otras “Cámaras Fijas”, cinco murallas eléctricas, dos dispositivos de GPS y ocho botones, algunos sin lógica o traducción al español, simplemente identificados por nombres y símbolos: “Scarp” con una silueta que simboliza un individuo, “Scae” (sin traducción), representando múltiples individuos; “Hirsch” con un ojo panóptico Orweillano, “Gatekeeper” (abre puertas) con un carro, “Electric Fence”, “Milestone” (cuentakilómetros) con otra videocámara Orwelliana y “Sismic” con un triángulo preventivo. Sin poder recordar el nombre exacto, los italianos dijeron haber vendido también un software de componentes gráficos que rima con “Kuda”. “Kuda” y “Open GL” toman “Snapshots”, fotografías faciales, que conllevan a un reconocimiento biométrico instantáneo, de todas las personas que entran a Los Pinos. ¿Qué ropa llevan, con quién platican, qué sacan de sus bolsillos, a quién le sonríen, qué intercambian, cuánto tiempo utilizan en sus smartphones y, evidentemente, cuál es el contenido, el receptor y la duración de cada llamada emitida y almacenada en sus bases de datos? Todo se sabe.