• Cada interno decide el precio de su artesanía

La Paz, Baja California Sur.- Desde hace 22 años, el Cereso más grande de Baja California Sur, ubicado en la capital del Estado, cuenta con una tienda de artesanías elaboradas por aproximadamente 100 internos del centro; quienes deciden el costo de cada pieza y reciben el pago en caso de que su trabajo sea vendido. “Cualquier interno puede vender artesanías, pero en este momento son aproximadamente 100 los reclusos que mandan sus manualidades y algunos de ellos tienen sus propios ayudantes”, comenta Jesús Beltrán, despachador del local desde hace 20 años. Las piezas, que van desde alhajeros de madera y abulón, hasta llaveros y cuadros, están marcadas con el código de cada interno; de esa forma se lleva el registro de las ventas para que cada semana el artesano reciba el dinero recaudado por su trabajo. Por ejemplo, el corazón de madera marcado con el número 20308 y con la insignia “siempre te amaré”. “Aquí viene mucho turista mexicano”, señala Don Jesús, quien comenta que durante las vacaciones llegaron clientes de Veracruz, Acapulco y Guadalajara. Por otro lado, explica a Diario El Independiente que son menos los extranjeros que visitan el establecimiento, y que cuando lo hacen, suelen adquirir piezas pequeñas como llaveros o aretes y pulseras. El costo de las tortugas elaboradas en madera y con abulón reluciente, de los servilleteros con la forma del famoso Arco de Los Cabos, o de los caracoles con forma de langosta, van desde los 30 hasta los 200 pesos. Los precios, según Jesús Beltrán, son más económicos que otros negocios, lo que incrementa las ventas y que además “motiva a los internos a seguir trabajando”.

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