• José Francisco Robles Ortega, presidente del episcopado, explicó que corresponde a la ciencia analizar hasta qué punto le va hacer un bien al hombre y qué riesgos conlleva el uso

Ciudad de México.- En vísperas de la conocer postura del presidente Enrique Peña Nieto sobre el uso y consumo de la mariguana en el país, con base en los recientes foros celebrados, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) contestó que no “satanizan” la aplicación de la yerba con fines médicos pero no avalan su uso lúdico. El presidente del Episcopado, el cardenal José Francisco Robles Ortega, explicó que, aunque no recibieron invitación del gobierno para participar en los cinco debates que organizó, la Universidad Pontificia convocó a un foro en marzo pasado en el que se expuso la postura de la Iglesia. No se está cerrado al uso médico de este enervante, de esta (yerba), pero corresponde a la ciencia analizar hasta qué punto le va hacer un bien al hombre y qué riesgos conlleva el uso. No le corresponde a la Iglesia, si la ciencia dice que es favorable, es bueno, se puede usar, pero si conlleva, por ejemplo, el tema de la adicción causaría muchos efectos en los adolescentes, en los jóvenes, y muchos efectos en la convivencia familiar y en comportamiento social. Todos esos elementos se tienen que tomar en cuenta, no es nomás de legalizar o autorizar”, expuso. En el marco de CI Asamblea Plenaria de los obispos de México, se les cuestionó también su opinión sobre la amenaza del político Donald Trump contra los migrantes. El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, contestó que todavía consideran necesario aterrizar el tema con el Episcopado de Estados Unidos.

Pero si fuera esto necesario yo creo que fuera factible, por qué no, pero no hay una definición de la Iglesia respecto al tema (de Trump), pero ciertamente quisiéramos hacer eco de lo que ya el Santo Padre ha dicho también, lo importante y lo bello es hacer puentes no muros”, dijo.

Cabe recordar que en una reciente entrevista con Excélsior, el cardenal Alberto Suárez Inda pidió al electorado estadounidense poner su confianza en Dios, y no en el “ídolo del dinero e ídolo del racismo”, refiriéndose a Donald Trump.