CIUDAD DE MÉXICO. Será el próximo 22 de julio cuando el tenor mexicano Benito Rodríguez (Guadalajara, 1987) debute con un rol principal en Europa. Será como Alfredo enLa Traviata, en el Teatro Massimo de Palermo, a
“Le di las gracias y no creí que pasara mucho. Me la aprendí y fui a cantarla. Entonces la maestra Teresa me dijo que fuera a su programa Artescénica. Pero entonces yo no sabía absolutamente nada de ópera, así que cuando llegué ahí me impresionaron las voces y el talento de los muchachos”. Esto implicó que el cantante no podía leer partituras, ni pronunciar el italiano o el francés. “No sabía nada, pero ahí me tuvieron paciencia y me enseñaron”.A principios de 2011 dejó Flextronics y comenzó a buscar sus propios clientes como proyectista de casas. Ese cambio coincidió con una invitación que recibió para concursar por un lugar en SIVAM. “Entonces investigué todo sobre ese taller y supe quiénes habían sido sus alumnos, e imaginé que en dos años podría conseguir un lugar”. Pero como la suerte es la madre de todas las virtudes, sólo un mes después, en agosto de 2011, fue aceptado. Y la suerte siguió. Porque un mes más tarde el intérprete pudo cantarle a Plácido Domingo por primera vez. Esas semanas fueron vertiginosas. Así que volvió a SIVAM, donde permaneció tres años y posteriormente consiguió un lugar como estudiante en el Metropolitan Opera House de Nueva York, al lado de Joan Dornemann. “Hoy debo decir que de ingeniero ya no tengo nada. Ahora puedo decir que soy músico. Sé que ha sido un cambio grande… muy difícil, sobre todo cuando sales de tu país. Pero hoy veo que somos muchos los cantantes que intentan seguir, no sólo por nosotros, sino también por nuestro país”, asegura. DAR EL SALTO Benito Rodríguez se ha presentado con éxito en Nueva York, abrigado por el proyecto Revealing The Opera, ha conseguido la Beca Plácido Domingo y ha participado en concursos como el Vocal Arts Canadian Competition y New Jersey State Opera Competition, donde obtuvo el primer lugar. Su trabajo como profesional inició con una gira por escenarios americanos, donde se puede destacar su debut en la ópera Il Postino en Nueva York, el estreno mundial de la ópera hebrea Shulamit, con un repertorio que va del Rodolfo en La Bohème, hasta el Werther y el Fausto, por mencionar algunos. “Ahora me concentro en mi debut (en Palermo), donde asistirán agentes de todo el mundo, para mostrar mi trabajo y encontrar nuevas oportunidades en Europa. De cualquier forma, estoy seguro que esta actuación marcará un antes y un después en mi carrera como tenor”, afirma. ¿En qué momento profesional se encuentra?, se le inquiere al tenor tapatío “Estoy en el punto de dar un salto importante, pues ahora empiezo una nueva etapa en Europa. Es un momento importante en mi carrera”. ¿Qué significado tiene el rol de Alfredo? “Ésta será la primera vez que lo haré profesionalmente. Sin embargo, es un rol importante porque desde SIVAM, mi maestra Teresa Rodríguez me decía que sería el papel que me daría de comer cuando mi carrera despuntara. Y lo mismo me dijo la maestra Joan Dornemann. Es un personaje con el me identifico y que va totalmente con mi personalidad”. Otros compromisos que Benito Rodríguez tiene agendados son: El 17, 20 y 23 de mayo se presentará en la Ópera de Viena para cantar el Gastone –rol secundario– al lado de la soprano Marina Rebeka y el tenor Dmytro Popov; el 3 y 4 de junio dará dos conciertos con arias y canciones mexicanas en las ruinas de Tulum y en Chichén Itzá, dentro de un nuevo programa, llamado Ópera Maya. Ilustres La carrera de ingeniería ha tenido a creadores como: - Gabriel Zaid. ingeniero mecánico y administrador, quien ha destacado como escritor y ensayista. - Vicente Leñero. Ingeniero civil que desarrolló una vasta obra como novelista, dramaturgo y periodista. - Enrique Krauze. Estudió ingeniería industrial, pero se convirtió en historiador, ensayista y editor. - Carlos Prieto Jacqué. Tuvo una formación como ingeniero y economista, pero años después se convirtió en el violonchelista más importante de México. - Jorge Ibargüengoitia. Estudió la carrera de ingeniería, pero la abandonó para volverse en un prolífico narrador. - Germán Dehesa. Estudió ingeniería química y letras hispánicas, pero fue un periodista, escritor y locutor de radio.