La Paz, Baja California Sur (BCS).- Aunque diversas autoridades en Baja California Sur (BCS) y el Gobierno Federal han
minimizado el encallamiento del barco sardinero “El Cachanilla” al norte del municipio de Mulegé, el gobernador, Carlos Mendoza Davis, reconoció que en los reportes que ha recibido por parte de “los profesionales del tema” consideran que dicha situación es “un riesgo contenido” por el combustible almacenado en los tanques del barco y el aceite de los motores que dan al mar tras la inactividad.
El tiempo encallado en la zona -desde el 15 de febrero- y la fuerza del oleaje han ladeado a esta embarcación. Sin embargo, el mayor riesgo estuvo presente cuando la empresa aseguradora realizó los primeros trabajos de rescate para remolcar el barco. Ahí se determinó la suspensión de los mismos tras el riesgo del colapso y el
derramamiento de más de 10 mil litros de diésel al mar tras el rompimiento de los metales.
Al respecto, Mendoza Davis reveló que tras la visita del titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales(Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, al estado, “hemos convenido darle el seguimiento adecuado”.
“Además, buscar las remediales necesarias, para que eso que hoy, en efecto es un riesgo latente; entiendo un riesgo contenido según los profesionales del tema, podamos convertirlo en un no riesgo y podamos hacer el trasiego del combustible que tiene este barco antes de pensar en desencallar”, comentó.
El Gobernador de BCS puntualizó que el barco encalló en mares de Baja California (BC), pero aún así, de suceder alguna tragedia ambiental, “estaríamos los sudcalifornianos y la laguna Ojo de Liebre; en plena época de visita de ballenas, asumiendo consecuencias que ninguno de nosotros quiere imaginar”.
“Nosotros vamos a apoyar en lo que podamos, y reitero; muy preocupados a propósito de este incidente”.
Por su parte, Francisco Gómez, director regional del Museo de la Ballena y coordinador operativo de la Red de Varamientos de Mamíferos Marinos, aseguró que el derramamiento de combustible no sólo afectaría a las ballenas, sino a todo el ecosistema de la zona.
“Aunque se diga que las ballenas grises no se alimentan en estas zonas -donde se encuentra el barco encallado-, ya también existe comprobación científica que ocasionalmente están buscando alimento, y aunque no se estén alimentado; el simple hecho de abrir la boca y tragar agua con aceite, sería un causal de muerte tanto en madres como en crías”, sentenció.
Francisco Gómez explicó que las ballenas toman agua del mar y sus riñones “están altamente evolucionados y adaptados para transformar el agua salada en dulce”, lo que significa que, al ingerir agua con combustible los daños serían irreversibles.
“La ballena mamá no tiene ubre o tetas y el cetáceo no tiene boca […] el proceso de alimentación es a través de lanzar grandes chorros de leche para que la cría se alimente”.
De acuerdo con Protección Civil de BCS, el personal tiene la tarea de certificar qué contiene el barco en su interior -después de casi el mes de haber encallado- pero el mal tiempo no ha dejado realizar las labores, mientras que la delegación de laProcuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a través de su titular, Saúl Colín Ortiz, desestimó intervenir en el tema porque el barco está en mares del estado vecino.
Hasta el momento se desconocen las acciones que emprendan el Gobierno de Baja California y la federación.
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