Una muestra que abre hoy en el Politécnico redescubre las diferentes facetas del artista nacido en Guatemala, quien sigue en espera de reconocimiento CIUDAD DE MÉXICO.- Al artista plástico Carlos Mérida (
“Ese teatro lo encontramos entre la obra que guardaba mi mamá y nos llamó la atención porque es un proyecto aparentemente nada vistoso, una pieza humilde que probablemente hizo cuando estuvo en el Auditorio Nacional y tuvo contacto con los bailarines, pero que habla de su interés por este arte”.Porque Carlos Mérida no sólo fue pintor y escultor sino también ilustrador de libros, creador de escenografías para ballet, investigador del color y la química de los materiales, un apasionado del teatro que diseñó vestuarios y un curioso de la arquitectura. De ahí que la muestra, que se lleva a cabo dentro de las actividades por el 80 aniversario del IPN, se asume como una aproximación panorámica del trabajo de Mérida. CATÁLOGO RAZONADO Otro de los objetivos de esta exposición es la de comenzar el catálogo razonado de la obra del artista fallecido hace 32 años, con ayuda del IPN, dice Navas y Mérida. “Estamos viendo la posibilidad de que el IPN nos apoye para hacer el catálogo, se necesitan muchos recursos e investigadores para comenzar”. “Ojalá podamos conseguirlo, el IPN tiene muchas ganas de hacerlo. Estoy segura que esto servirá para que se le ubique en el lugar que este artista merece”. De momento, aunque Mérida es conocido en Guatemala y bautiza el museo de arte moderno, no es estudiado a profundidad allá porque se le considera más cercano a México; mientras que en México su obra ha quedado sólo en las enciclopedias y los estudios pero las nuevas generaciones tienen poco acceso a su obra. “En Guatemala, por ejemplo, no existe un libro sobre Carlos Mérida… incluso en las librerías ni siquiera lo conocen. Por eso seguiremos actuando para que su nombre y su obra no mueran ni queden en el olvido, o remitidas a las enciclopedias de arte o en internet”. De ahí que en esta exposición se muestre al artista poliédrico, al buscador incansable de nuevas formas de creación, al melómano y estudioso de las técnicas pictóricas, al creador de un mundo rico en colores y trazos precisos. Y aunque él nunca se consideró un “gran artista”, ha destacado por experimentar y combinar materiales de soporte como el masonite, y emplear una amplia variedad de papeles, como el amate o por inventar nuevas técnicas como el petroplástico. Carlos Mérida trabajó en el estudio de Modigliani y se relacionó con Pablo Picasso a principios de 1910; después, en 1919, fijó su residencia en la Ciudad de México. Con el paso de los años volvió a París, donde incursionó en la pintura surrealista y abstracta, que lo acompañó hasta el final de sus días.