• En Desde la Fe se concluyó en el foro que la legalización del consumo de drogas puede ayudar a disminuir la violencia, pero lanzaría un mensaje equivocado que aumentaría el

CIUDAD DE MÉXICO.- Los resultados de la lucha contra las drogas han sido desastrosos, con un aumento en la violencia criminal y cárceles saturadas, y México es un ejemplo de ello, se afirmó en el editorial del Semanario Desde la Fe.

En el suplemento Eco Semana, del órgano de información de la Arquidiócesis de México, se destacó que para el análisis del uso lúdico de la mariguana, la iglesia Católica también organizó un foro sobre el tema. Se han venido multiplicando en distintas partes del mundo los foros para analizar el problema social que implica el consumo de las drogas y el combate que de ello se hace mediante leyes prohibicionistas, que provocan necesariamente una persecución a quienes producen, comercializan y consumen estas sustancias. Los resultados han sido desastrosos porque ha aumentado la violencia criminal, se han sobrepoblado las cárceles y no ha disminuido el consumo. México es un ejemplo claro de todo ello”, se indicó en el editorial de Desde la Fe. La publicación dio cuenta de las conclusiones de un foro sobre el uso de la mariguana, que se realizó por parte de la iglesia Católica en la Universidad Pontificia de México. Se detalló que participaron, entre otros, el cardenal Norberto Rivera Carrera; el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, y la directora del Instituto Nacional de Psiquiatría, María Elena Medina Mora. Desde la Fe indicó que como resultados del foro se estableció que nadie puede afirmar que las drogas no producen problemas de salud y de adicción. Además, las víctimas inmediatas son los adolescentes y jóvenes, quienes muchas veces sufren consecuencias irreversibles; mientras que en la tercera conclusión se estableció que las medidas prohibicionistas no han dado los resultados esperados debido a la corrupción. También se concluyó en el foro que la legalización del consumo de drogas puede ayudar a disminuir la violencia, pero lanzaría un mensaje equivocado que aumentaría el consumo. Por último, se concluyó que las políticas públicas deben buscar soluciones integrales, dando preferencia a las causas, con la recuperación del ambiente familiar, así como oportunidades de estudio y trabajo para los jóvenes.