Tras el daño de uno de los murales exteriores del Museo Raúl Anguiano, se analiza la posibilidad de renovarlos todos GUADALAJARA, JALISCO.- El pasado 23 de marzo el mural de Gustavo Aranguren al exterior del Muse
Urzúa comentó que el museo no está en contra de las manifestaciones artísticas de los jóvenes expresadas a través del arte urbano y el grafiti, pero la afectación que sufrió el mural no entra en ninguna de esas categorías: “Es lamentable que no se respete una obra de arte”. Como directora del Mura, expresó su malestar por lo sucedido, además de calificar el acto vandálico como una expresión de coraje contra la sociedadEn el pasado ha habido otras afectaciones vandálicas: el robo de varillas de metal y de cobre que son parte de algunas piezas, pero que se reponen sin mayores problemas. Patricia Urzúa aseguró que la revisión del estado de los murales se realiza a diario. Igualmente, debido al paso del tiempo, los 16 murales presentan ligeras caídas de la pintura y grietas, por encontrarse a la intemperie. Otro atentado fue en años anteriores, cuando se intentó romper una de las esculturas en el exterior del Mura, pero los agresores no lograron culminar la daga. En días recientes, una de las placas de los murales también fue vandalizada: se trata de la correspondiente al mural de Jesús Serna, que presenta un “$” azul Las obras que se encuentran en la fachada del espacio museográfico datan de hace más de 25 años, aunque la idea inicial fue que se tratara de murales efímeros; los primeros se hicieron 1971 por invitación de Miguel Aldana Mijares, y cada 10 años —hasta 1990— fueron renovados (el mural de Aranguren es justamente de los más recientes). Por ello, su directora afirma que éste podría ser el momento de lanzar una convocatoria para que se renueven los frescos, de acuerdo a la primera vocación de las paredes del inmueble que aloja al museo. La posible restauración Miriam Limón y María Larios, representantes de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO), visitaron el museo ayer para evaluar las condiciones actuales del mural luego del acto vandálico. La primera impresión de María Larios fue de coraje: “Es la primera reacción: no hubo respeto hacia la obra de arte. Quien lo hizo tiene desconocimiento de lo que es un mural”.
Miriam Limón añadió: “Da coraje que te pinten tu casa, pero este edificio es de todos”. En ese mismo símil, Larios agregó la diferencia: “un grafiti en una casa se puede tapar pintando la pared, pero en un mural hay una afectación mayor, es muy diferente”.Para mesurar el daño, las expertas hicieron una prueba preliminar de solubilidad. En ella descubrieron que fue esmalte aplicado con aerosol, material que posee cualidades similares a la pintura acrílica, técnica que utilizó Gustavo Aranguren. Esta similitud dificulta los trabajos de restauración, ya que al tratar de retirar el grafiti se pueden retirar ambos materiales. El factor de recuperación lo calcularon entre 60 y 80 por ciento. Sobre las afectaciones por el paso del tiempo, María Larios apuntó que son detalles de fácil solución. En una primera evaluación, las profesionales de la ECRO calcularon que los trabajos para remover el grafiti podrían durar aproximadamente un mes. El dictamen completo con los cálculos de materiales estará listo el próximo l