• “Los perros también tienen sentimientos. Sienten, sufren y hasta lloran… y son los seres más fieles sobre la tierra…” La Paz, Baja California Sur.- “Un perro pudiera morir cuando el amo se les muere, y es capaz de dar la vida por su amo. Ellos también tienen sentimientos, son felices cuando se les trata bien, sienten, sufren y hasta lloran, y son los seres más fieles sobre la tierra…”, me dijo Mario, una vez que iniciamos la entrevista ahí, en el “K9”, y rodeados de más de 45 perros que jugueteaban, ladraban o simplemente descansaban echados en el suelo de aquel albergue canino.

Rancho K-9; albergue para perros de La Paz

Por allá, en un rincón del olvido, muy lejos del bullicio de las ciudades, enclavado en medio de los choyales, los cactus y los romerillales de la comunidad de El Centenario, encontré lo que llamaré “El Albergue de los Perros Felices”. Un lugar destinado hace más de 2 años para brindar cuidado, alimentación, salud, protección y educación a los perros que han sufrido maltrato por situación de calle. Por expresiones de mi interlocutor, me entero que el “Rancho K-9” ha sido posible gracias a la buena voluntad de una pareja de altruistas norteamericanos de nombre Shawn Templeton y Claude Himbeautl, lo mismo que por la gran disposición, que por naturaleza propia y el gran cariño que les inspiran estos animales, demuestra su cuidador: Mario Rodríguez Razo. Me explica que hasta ahí son llevados los perros que rescatan de la calle y que en muchas de las ocasiones están enfermos y desnutridos, con la intención de buscarles posteriormente un hogar: “y antes de entregarlos en adopción aquí primeramente los desparasitamos, los vacunamos y los esterilizamos”, asegura y especifica que “aquí se les da entrenamiento de obediencia y que hagan sus necesidades afuera”… Manifiesta que los interesados en estas acciones no persiguen ningún fin lucrativo aunque acepta que cualquier persona puede llevar donativos consistentes en alimentos o apoyos diversos como pueden ser programas de esterilización, Etc. para lo cual pueden entrar a la Página de K9 el Rancho de los perros, llamarle al teléfono 612 11 87100, o depositar en la cuenta 00196631940 de Bancomer, y aclara que “los mates y sábados acude la pareja de norteamericanos para sacar a pasear a todos los perros con el fin de que socialicen con la gente y convivan con otros perros aledaños”. Dice inclusive que Shaw y Claude acostumbran acudir a algunas instituciones educativas con miras de lograr concientizar especial ente a los niños y jóvenes para que protejan a sus cachorros y en su caso no maltraten a los perros que andan por las calles “en donde sobre todo hacemos énfasis sobre la importancia de que los esterilicen para evitar la proliferación y haciéndoles hincapié en la necesidad de que los saquen a caminar”. Mario Rodríguez Razo, quien afirma que desde hace 11 años trabaja con perros, “porque me gusta hacerlo, por el cariño que les tengo y porque siento mucho cuando sé que sufren por maltrato”, me dice que “en la mayoría de las ocasiones no es tanto el perro el que necesita entrenamiento, sino que es la familia, pues sus integrantes deben saber que a un perro se le debe atender, se le debe brindar cariño, se le debe dar alimentación, se le debe curar cuando está enfermo y se le debe sacar a pasear, y todo eso le corresponde a la familia hacerlo”. Poco antes de despedirme, Mario me platica que a pesar de ser más de 45 los perros asilados en el rancho, a todos se les llama por su nombre, y así me dice: “aquel es Buffy, esa se llama Princesa, el de más allá es Charly, éste es Ángel, este otro es Buck y así sucesivamente….” Pero fundamentalmente me llama la atención una perrita de tres patas que se pasea por allí, y sobre ella lo cuestiono y Mario acepta explicarme: “ella se llama Pelusa, y la encontramos en una ocasión riada en la carretera después de haber sido arrollada por un auto, y por las heridas que recibió perdió una de sus patitas. La trajimos aquí, la curamos, la desparasitamos, la esterilizamos y la seguimos cuidando”.

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