CIUDAD DE MÉXICO.
Teresa Araiza llegó con 100 libros bajo el brazo a la colonia Santa Cruz Meyehualco, de Iztapalapa. Había trabajado muchos años como profesora y ya jubilada decidió participar en el Programa Nacional de Bibliotecas Comunitarias Nos mueve la lectura, que busca aprovechar la fuerza que aún tienen los jubilados y pensionados del país, pero las cosas no fueron fáciles.
La profesora llegó con la consigna de atraer jóvenes y niños de esa colonia marginal hacia la lectura, pero rápidamente se topó con la realidad: “muy pocos se interesaron, algunos se fueron con los libros, fue muy difícil, de 10 jóvenes sólo tres o cuatro aceptaban, por eso decidí trasladarlo a mi domicilio”, cuenta.
‘Nos mueve la lectura’
Ahora, en su propia casa de la colonia Hank González, pegada a la de Santa Cruz, mantiene una biblioteca comunitaria, pero tampoco ha resultado fácil: con su propio dinero ha tenido que comprar libros infantiles y reponer los libros que los lectores se han llevado. La falta de suministro de los organizadores le obligó a invertir con sus propios recursos, sobre todo en libros infantiles.
Nos mueve la lectura nació en 2014 por iniciativa del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que buscando aprovechar los recursos que aún pueden ofrecer los jubilados y pensionados, se alió con la Secretaría de Gobernación, quien determina el lugar donde se debe trabajar de acuerdo con la vulnerabilidad de las colonias y la Secretaría de Cultura, quien proporciona la capacitación de los maestros y entrega los acervos.
Eunice Rendón, encargada de despacho de la subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob, afirma que actualmente el programa opera en 107 municipios del país, específicamente en 238 polígonos de riesgo. En esas colonias trabajan unos 240 promotores de la lectura y más de 300 jubilados y pensionados del ISSSTE, que en 2014 recibieron un acervo inicial de 100 títulos, que no se les han renovado y actualizado.
De acuerdo con Angélica Vázquez, quien acudió en representación de Marina Núñez Bespalova, directora general de Publicaciones (DGP) de la Secretaría de Cultura, “a la brevedad posible” les será entregado el nuevo acervo bibliográfico a los promotores. Sin especificar una fecha, la funcionaria afirmó que primero recibirán un portafolio de 38 títulos que incluyen libros como
Cartas a Clara de Juan Rulfo, poesía de Eduardo Lizalde y textos en lenguas indígenas.
Vázquez aceptó que a dos años de la creación del programa, la capacitación que da la Secretaría de Cultura “no es la más indicada, estamos haciendo ajustes para tratar de dar las herramientas necesarias”. La funcionaria afirmó que debe trabajarse en reforzar los valores de hospitalidad y cordialidad sin importar si los jóvenes que se acercan son lectores o no.