- En el evento, que mostró la versatilidad de la marimba en diversos géneros y propuestas, los asistentes disfrutaron de la ejecución de piezas reconocidas, tanto en la marimba típica chiapaneca, integrada por madera cuyos resonadores llevan una membrana en la parte inferior, que le da un timbre característico y peculiar; y la marimba occidental o de concierto, construida de láminas de madera en forma de teclado y un tubo resonador que amplifica y redondea el sonido.
Ciudad de México.-
A través de las sonoridades de la marimba, el grupo Mario Nandayapa Quartet (México) y el Dúo Wings (Japón) ofrecieron un recorrido por sones, huapangos, danzones, fandangos de México y una muestra de la música tradicional y contemporánea japonesa en un concierto realizado en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
En el evento, que mostró la versatilidad de la marimba en diversos géneros y propuestas, los asistentes disfrutaron de la ejecución de piezas reconocidas, tanto en la marimba típica chiapaneca, integrada por madera cuyos resonadores llevan una membrana en la parte inferior, que le da un timbre característico y peculiar; y la marimba occidental o de concierto, construida de láminas de madera en forma de teclado y un tubo resonador que amplifica y redondea el sonido.
Los encargados de abrir el concierto fue el Dúo Wings, formado por Takayoshi Yoshioka y Reiko Shiohama, quienes vestidos de gala dieron las buenas noches e iniciaron la ejecución deDanza del sable, de Aram Khachaturian, mostrando su acoplamiento, versatilidad y técnica en la ejecución de la pieza destacada por su velocidad, lo que provocó una respuesta positiva por parte de la audiencia que le regaló la primera ovación de la noche.
El compositor japonés dijo a los presentes que el dúo, el cual en su repertorio cuenta con variedad de piezas de orquestas y originales, se fundó en 2013, para posteriormente interpretar El Danubio azul, de Johann Strauss; Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni, y The sound of music, de Richard Rodges.
Takayoshi Yoshioka compartió con los asistentes que tocar en dueto ha sido complicado y difícil, ya que se ha necesitado de mucha práctica y saber respirar. Posteriormente se colocaron guantes blancos, dejaron a un lado las baquetas y tocaron con las manos Pizzicato polka, de Johann Strauss, generando la sorpresa en la audiencia.
A estas ejecuciones le siguió la participación del Mario Nandayapa Quartet, integrado por el hijo de Zeferino Nandayapa, Mario Nandayapa; y sus nietos Tania, Daniel y Mario del mismo apellido, quienes poseen más de 10 años de carrera artística.
La agrupación, a la que le interesa exhibir las raíces y técnicas tradicionales mexicanas, tocó sin partituras El chistoso enamorado, de Rafael de Paz; Tocata y fuga en re menor, BWV 565, de Johann Sebastian Bach; Sones chiapanecos, de Ricardo Sánchez Solís; Ave lira, de Luis Betancourt; El gagago, de Daniel López Infanzón, en las que llamó la atención su coordinación y orden para tocar al mismo tiempo cuatro personas una misma marimba, arrancando la más fuerte ovación con la interpretación de El huapango, de José Pablo Moncayo.
Pasado el intermedio, el Dúo Wings salió al escenario para ejecutar Divertimento, autoría de Takayoshi Yoshioka, quien comentó a los presentes que fue realizada para tres marimbistas y la componen tres movimientos: marcha, waltz y samba.
“Hace 12 años la familia Nandayapa con don Zeferino tocaron esta pieza en Tokio, Japón, una oficina me avisó que iban a tocar mi pieza. Asistí al evento en la Sala Yamaha y al concluir la interpretación me llamaron al escenario. Después de esto tenemos una gran amistad”, recordó el compositor japonés.
Seguido de Divertimento, la cual el Dúo Wings interpretó con Kaoru Wings, el Mario Nandayapa Quartet volvió regresó al escenario para conjuntar su talento con el dueto, el cual ha tenido gran éxito dentro y fuera de Japón, y cerraron el concierto evocando al sureste mexicano conFantasía Chiapas, de Zeferino Nandayapa, y Rapsodia chiapaneca: El Grijalva, de René Ruiz Nandayapa, llevándose aplausos, vítores y silbidos de aprobación.
En el evento, coordinado por la
Escuela Superior de Música, se destacaron las cualidades de la marimba, dejando en claro la versatilidad del instrumento.