CIUDAD DE MÉXICO. México es el paraíso del camaleón, un espacio territorial donde mutan las emociones, las ideas políticas, la amistad y las relaciones amorosas, un territorio salvaje, lleno de la nostalgia y rupt
México es el paraíso del camaleón, un espacio territorial donde mutan las emociones, las ideas políticas, la amistad y las relaciones amorosas, un territorio salvaje, lleno de la nostalgia y ruptura. Bajo esa idea Ignacio Escárcega concibió el montaje de la obra de teatro El paraíso del camaleón, que se estrenará el próximo jueves 4 de febrero en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart) de la Ciudad de México.
“Esta obra de teatro nació de la necesidad de indagar en la memoria, en particular cuando uno evoca en el mismo terreno la actividad política, las convicciones y en otro las amistades y las relaciones amorosas, en el contexto de 1988, un año convulso para los movimientos sociales de México”, explicó Ignacio Escárcega, quien trabajará en los próximos meses en un proyecto sobre el clown Richard Bell, el payaso favorito de Porfirio Díaz. A partir de esa reflexión, surge una pregunta: ¿De qué manera recordar todo eso que nos consolida como personas sobre todo por las decisiones que hemos tomado?, dijo, sin dejar de lado que en la obra se toma como punto el año de 1988, y en particular las controvertidas elecciones que derivaron en un fraude cuando se cayó el sistema. El montaje, que tendrá funciones hasta el 6 de marzo, cuenta con la dramaturgia de Alberto Castillo, explora los recuerdos de un hombre exitoso, centrados en el conflicto que tuvo con los amigos entrañables de su juventud, a raíz de su participación en movimientos políticos, lo que puso en entredicho sus convicciones y sentimientos. “Con este montaje hemos querido evocar esos momentos, a través de la nostalgia, para luego revisar cómo los vemos a la distancia”, dijo, donde los actores utilizan herramientas u objetos de los años 80, como los casetes, el walkman, el fabuloso Fred, y el canal de televisión MTV. Por su parte, la propuesta escénica utiliza dos espacios, uno que corresponde al presente, donde aparece el protagonista de nuestros días, abundó Escárcega, quien a través de un diálogo con un pianista de bar recuerda paulatinamente su pasado. El otro plano escénico corresponde al de la evocación, donde aparece el protagonista cuando era joven, acompañado por su novia y sus amigos, donde podemos ver las cosas que hacían, cómo se relacionaban, en qué creían, acompañados por las notas del piano que toca canciones de Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute y Pablo Milanés. La puesta, que nació del taller de exploración teatral, cuenta con la actuación de Tsayamhall Esquivel, Valeria Fabbri, Rodolfo Guerrero, Carlos Huber, Ignacio Torre y Luis Eduardo Yee, apoyados por el diseño escénico es de Tenzing Ortega y Teresa Alvarado. Para la conceptualización de la obra, detalló Escárcega, el trabajo en escena partió de un taller de exploración en el que participaron los actores y el dramaturgo Alberto Castillo, “donde una de las apuestas es que los espectáculos no se queden en una primera temporada, sino que pueda itinerar por distintos espacios que aún no podemos confirmar, ya que para eso atenderemos convocatorias y tocaremos todas las puertas”. ¿A qué se refiere El paraíso del camaleón?, se le inquiere. “En realidad es un guiño para referirnos a México, el paraíso donde constantemente cambian las condiciones. Recordemos que hay (políticos) quienes tienen la habilidad para cambiar la piel de inmediato; en realidad se refiere a esa capacidad extrema para adaptarse a los cambios del panorama social y político”. ¿Quién fue Richard Bell? “Un famoso payaso que tuvo mucho éxito y que en ese éxito de pronto perdió la conexión con su familia, sobre el cual la dramaturga Camila Villegas prepara un texto al respecto. Es un payaso de origen inglés cuya exploración comenzaremos en mayo para luego realizar el montaje a finales de este año”, concluyó. El paraíso del camaleón tendrá funciones del 4 de febrero al 6 de marzo, los jueves y viernes, a las 20:00 horas; sábados, a las 19:00 horas; y domingos a las 18:00 horas, en el Foro de las Artes del Cenart.