CIUDAD DE MÉXICO.
Este martes se conmemoran 164 años del nacimiento del grabador mexicano José Guadalupe Posada, quien marcó un hito en la gráfica de nuestro país.
Posada nacio en el barrio de San Marcos de la ciudad de Aguascalientes, siendo el quinto de ocho hermanos. Después de aprender a leer y escribir con su hermano José Cirilo
, Posada ingresó a la Academia Municipal de Dibujo.
Su primer contacto con el grabado y la litografía lo hizo cuando en 1868 entró como aprendiz al taller litográfico de Trinidad Pedroza , lugar en donde manifestó una gran facilidad para la caricatura. Con este talento, a los 19 años, logró que en 1871 sus imágenes fueran reproducidas en el periódico El Jicote.
En 1884 fue designado como maestro práctico de litografía en la Escuela de Instrucción Secundaria; en esa época ilustró numerosas obras del escritor Irineo Paz, abuelo del premio Nobel de Literatura, Octavio Paz, cuya influencia se reflejó en Posada.
José Guadalupe Posada
En 1872, Posada decidió instalarse en León, Guanajuato, donde se dedicó a la litografía comercial, con la que realizaban estampas religiosas, cajetillas, etiquetas, invitaciones, bolos, tarjetas, esquelas, etcétera. En León, Posada abrió su propio taller y trabajó como maestro de litografía en la Escuela de Instrucción Secundaria.
Las graves inundaciones que asolaron León en esa época le obligaron a trasladarse a la Ciudad de México, donde le hicieron rápidamente ofertas para trabajar en distintas empresas editoriales, elaboró cientos de grabados para numerosos periódicos: La Patria Ilustrada, Revista de México, El Ahuizote, Nuevo Siglo, Gil Blas, El Hijo del Ahuizote, etcétera.
José Guadalupe Posada emprendió un trabajo que le valió la aceptación y admiración popular, por su sentido del humor, propensión a lo dramático y calidad plástica. En su obra, amplia y variada, retrató las creencias y formas de vida cotidiana de los grupos populares, criticando los abusos del gobierno y la explotación del pueblo.
El arte de Posada fue diverso, a través de sus “calaveras” retrató la esencia de los pesares y alegrías del pueblo que vivía grandes diferencias sociales durante el Porfiriato.
A partir de 1892, José Guadalupe Posada incursionó con éxito en la reproducción de imágenes que tenían como proceso básico la impresión con planchas de línea negra y blanca, obtenidas fotomecánicamente, con lo que se desplazó el habitual uso de la xilografía.
En 1899 asume la jefatura del Taller de Litografía del Taller de Venegas Arrollo. Al margen de esta labor trabajó para otras imprentas y realizó caricaturas políticas para diversos periódicos oposicionistas a Porfirio Díaz.
El trabajo de Posada se conserva en diversas instituciones y colecciones particulares. Actualmente el Museo José Guadalupe Posada, ubicado en el Barrio del Encino en Aguascalientes, cuenta con una sala permanente dedicada a este gran grabador. Posada es reconocido por captar y dibujar la época turbulenta y convulsa que desembocaría en el estallido de la Revolución.
José Guadalupe Posada es reconocido por captar y dibujar la época turbulenta y convulsa que desembocaría en el estallido de la Revolución Mexicana.