• Los cementerios de la ciudad lucieron llenos de vida y colorido en la
celebración de Día de Los Muertos
Christian González
San José del Cabo, Baja California Sur.- Por un día las almas de vivos y muertos coincidieron en un solo lugar para revivir los buenos momentos de la vida. Era un convivio rodeado de recuerdos, tristeza y amor, algunas lágrimas remojaron la tierra del frío sepulcro, mientras que en algunas tumbas se escuchaban melodías que en su momento fue lo que hizo bailar o cantar a quienes se adelantaron en el viaje.
Familias cabeñas celebraron a sus difuntos
Las golosinas y juguetes fueron llevados especialmente para los pequeños cuyas almas caminaban entre la muchedumbre. En la celebración de los fieles difuntos los cementerios de la cabecera municipal lucieron su mejor aspecto tras las ofrendas florales, coronas y veladoras con los que fueron rodeados.
Desde temprana hora, decenas de familias llegaron a la cita anual que tienen con quienes han se han marchado para siempre. A la entrada de camposanto, los vendedores ambulantes daban la bienvenida ofreciendo flores e inciensos para rendir homenaje a los fieles difuntos.
“Vengo a visitar la tumba de mi mamá y hermanos, traje flores para recordarlos y seguir demostrándoles cariño. Aunque ya no estén con nosotros, nuestros difuntos siempre deben ser recordados con amor, lo que acostumbro el Día de Muertos es limpiar sus tumbas y ponerles sus flores, vengo a visitarlos en su día”, compartió la señora Loreto, quien el día de ayer acudió a panteón municipal
Desde los más grandes hasta los más pequeños disfrutaron de esta celebración, que de acuerdo a la creencia, las almas de los muertos tienen permiso para estar en la tierra y convivir en el mundo de los vivos. “Mi mamá siempre vivirá en mi corazón, hoy vine a visitar su tumba y traerle flores, por lo general vengo seguido a estar limpiando el lugar donde ella descansa”, comentó Nancy González.
Conforme avanzó el día, las familias recorrieron los cementerios de la ciudad que estuvieron bañados de aire frío y sol otoñal. Entre los pasillos, se divisaron tumbas en el abandono, muertos sin nombre, ángeles con las alas rotas y lápidas sin recibir una sola flor, y es que, a pesar de ser una fecha tan conmemorada por los cabeños, hubo quienes no se acordaron de sus difuntos.
Ayer fue un día importante dentro de la tradición mexicana. Los creyentes embellecieron la tierra y adornaron los sepulcros. El aroma de pétalos de rosa, músicos recorriendo el camposanto, veladoras, inciensos, dulces y hasta comida vistieron el hogar eterno de quienes se han adelantado en el camino.
Este contenido ha sido publicado originalmente por diarioelindependiente.mx si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido, ojo AL PRINCIPIO DE LA NOTA. Atte. Diario El Independiente