• El quitarse la vida voluntariamente era denominado nenomamictiliztli en la sociedad precolombina y era una práctica vinculada al autosacrificio, antes y después de la Conquista, afirma el historiador Patrick Johansson
México.-
El suicidio en la época prehispánica fue una variante del autosacrificio, el cual se practicó antes y después de la Conquista de México, dice el historiador Patrick Johansson (Rouen, Francia, 1946), quien ha estudiado numerosas fuentes del mundo náhuatl para revelar que esta práctica tuvo distintos momentos y significados, en un día en que se recuerda la muerte como una tradición ancestral.
El momento más dramático en torno al suicidio prehispánico –denominado nenomamictiliztli–, se ha ubicado en el siglo XV, cuando se registró una baja importante de pobladores indígenas mexicas, al pasar de 25 millones en el año 1500, a tres millones en 1600, de los que un gran número falleció en la guerra y la enfermedad, y otros a causa de muerte autoinflingida.
El suicidio, una variante del sacrificio en la época prehispánica
“Esos número provienen de fuentes aproximadas, pero considerables”, explica el investigador, pues debido al maltrato y las enfermedades se incrementó el número de muertes autoinflingidas.
“Estoy seguro que muchas de esos fallecimiento sucedieron para dejarse morir, pues consideraban que el mundo al que pertenecían ya no existía. Sin embargo, no tenemos un registro de suicidios, ya que las autoridades españolas no quisieron revelar esa cifra”, reconoce.
Para entender esta práctica, Johansson recuerda que el nenomamictiliztli era una constante y una forma de imitar a los dioses. Valga recordar el mito de la creación del Sol y la Luna, cuando Nanahuatzin y Tecuciztécatl se autosacrificaron en una hoguera sagrada para conseguir el movimiento del universo.
“Con esto podemos decir que el autosacrificio nació en aras de la existencia. Yo creo que la primera muerte es la de los dioses que crean ese tiempo y espacio en el que dioses y humanos vivirán separados. Al final esa muerte es un suicidio”.
Con el tiempo, el mundo náhuatl designó distintas palabras para definir el lugar de los muertos según su procedencia. Por ejemplo, quienes partían de forma natural se dirigían al Mictlán, pero aquellos que morían ahogados eran recibidos en el Tlalocan.
Los colgados eran recibidos en la Casa del Maíz o Cincalco, y quienes morían en la guerra o se sacrificaban de otras maneras estaban determinado a la Casa del Sol.
En su artículo Nenomamictiliztli. El suicidio en el mundo natural prehispánico, publicado en los estudios de cultura náhuatl del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la UNAM, Johansson enlista algunos de los suicidas más famosos de la época.
Está el caso de Tlacahuepan, Moquíhuix, Tlahuicole e incluso de Motecuzoma. “En el caso de estos señores se autosacrificaron en aras de la lluvia, del maíz… o en detrimento de algo, como sucedió con Tlacahuepan, o con Chimalpopoca, quien se dejó morir”.
¿Qué sucedió entonces con Motecuzoma?, se le cuestiona. “No sabemos si se suicidó o se dejó morir, si se colgó o lo estrangularon, pero tenemos noticias de que él sí quería suicidarse”.
¿Existió alguna deidad dedicada al nenomamictiliz-tli? “No creo que hubiese un dios del suicidio, sino más bien dioses que se suicidaban, como ya mencionamos”.
¿Qué opina de los números exagerados sobre sacrificios rituales en el mundo prehispánico? “Son exageraciones hechas por los cronistas. Por ejemplo, alguna vez se dijo que durante la renovación del Templo Mayor, en tiempos de Ahuízotl, se afirmó que hubo 60 mil sacrificios… pero es una tontería”.
La flecha mortal
Dos novedades encontró Patrick Johansson en su más reciente investigación. La primera es que muy probablemente el suicidio por envenenamiento se consideraba como un acto negativo.
“Ahora sabemos que había muchas formas de suicidarse pero el envenenamiento fue una manera humillante de autoinflingirse la muerte”. A esto se suma el impresionante hecho de cómo el indígena podía pasar con gran facilidad de la existencia a la muerte, apunta.
Para comprender esto, Johansson aclara que el indígena tenía una visión muy distinta de la vida. “El problema es que en el mundo occidental se rechaza totalmente la muerte, pero el indígena la aceptaba. Así que en ese contexto, autoinflingirse la muerte sólo significaba pasar la existencia de un espacio a otro”.
Esto significa que en la antigüedad no se pensaba en ese suicidio romántico, como se observa en nuestro tiempo, donde las personas lo hacen por desamor. “Entonces no había esos pensamiento debido al carácter gregario del indígena precolombino y del actual”, aclara.
Otro punto del que poco se habla es el de la eutanasia en el mundo prehispánico, asegura el investigador por la UNAM. Quizá porque se tiene escasa información, pero hasta el momento se cuenta con información de los mexicas y chichimecas nómadas, quienes la aplicaban en ancianos y enfermos de gravedad.
“No tenemos fuentes para el mundo sedentario, pero fray Bernardino de Sahagún nos dice que en el mundo nómada, cuando un viejo o un enfermo no podía seguir, el resto del grupo se ponían de acuerdo con el enfermo y le aplicaban la eutanasia de una manera especial: le atravesaban el cuello con una flecha”.
Patrick Johansson insiste que antes de juzgar u opinar sobre muerte autoinflingida en el mundo prehispánico, es necesario que los lectores consigan contextualizar la información, “ya que en el mundo prehispánico existió una cosmovisión distinta en torno a la muerte, un mundo donde el individuo contaba poco y el grupo contaba mucho”.
Así que cuando un individuo se autosacrificaba en aras del grupo no era visto como una muerte violenta, como hoy se vería. “En el mundo prehispánico el autosacrificio era una ofrenda a los dioses, un sacrificio honorable en pos de un fin válido”.
Mictlán
La muerte en el mundo prehispánico tenía como características:
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El suicidio era conocido como nenomamictiliztli en el mundo náhuatl.
- El Mictlán estaba reservado para quienes fallecían de forma natural.
- El Tlalocan era el sitio para quienes morían ahogados.
- La Casa del Maíz o Cincalco era para quienes se suicidaban colgados.
- La Casa del Sol era para quienes morían en la guerra o se sacrificaban de otras maneras.
- Gobernantes como Tlacahuepan, Moquíhuix, Tlahuicole y Chimalpopoca se suicidaron