CIUDAD DE MÉXICO. Cuando se trataba de saciar sus más bajos instintos, Charlie Sheen no dudaba en desembolsar altas sumas de dinero para organizar fiestas orgiásticas en su mansión de Beverly Hills y en diversos h
Cuando se trataba de saciar sus más bajos instintos, Charlie Sheen no dudaba en desembolsar altas sumas de dinero para organizar fiestas orgiásticas en su mansión de Beverly Hills y en diversos hoteles de Los Ángeles, que no le pedían nada a las tramas de las películas pornográficas profesionales, pues en ellas llegaban a participar "hasta 50 personas".
Además el actor solía ser muy generoso con las prostitutas que aceptaban tener relaciones sexuales sin protección, tras convencerlas con hasta 10 mil dólares extras a sus honorarios previamente acordados. Así lo revelaron respectivamente Sham Ibrahim, un travesti conocido en Hollywood y la "madame" de Manhattan Anna Gristina, quien abastecía con meretrices de lujo al actor protagónico de la serie "Two And A Half Men".