TEXAS.
Ella Hawk, una niña de apenas diez años de edad, aparece en una foto compartida en Facebook junto al caimán de cuatro metros de largo que mató junto a su padre con una letal ballesta.
La pequeña también aparece en otras fotos en distintas poses junto al animal, aún con la saeta enterrada en el cráneo.
La familia
Hawk lleva años matando animales por diversión e incluso han entrenado a Ella para ganar premios de caza a lo largo de
Estados Unidos.
De acuerdo a la información divulgada por el diario local
The Victoria Advocate, la pequeña recorría la zona de
Río Guadalupe, en Texas, junto a su padre cuando encontró al caimán, al que le disparó justo entre los ojos, causándole una muerte instantánea.
El cadáver del animal fue reconocido por la asociación
Trophy Game Records como la presa más importante de su base de datos. Sin embargo, los defensores de los derechos de los animales condenaron a los padres por adoctrinar a su pequeña hija en un estilo de vida en el cual, quitarle la vida a otras criaturas es algo normal.