PARÍS.
Por tercer día consecutivo, Rusia efectuó ataques aéreos en Siria, asegurando que fueron contra el grupo
Estado Islámico (EI), y la coalición internacional insistió en que
Moscú no debe bombardear a los grupos opositores al régimen de
Bashar al-Assad.
En una reunión en
París, centrada en el conflicto ucraniano, el presidente
francés, François Hollande, y la canciller
alemana, Angela Merkel, dijeron al mandatario ruso,
Vladimir Putin, que la aviación rusa sólo debe atacar en Siria a los yihadistas del EI.
“Pedimos a Rusia que ponga fin inmediatamente a sus ataques contra la oposición y la población civil siria, y que concentre sus esfuerzos en el combate contra el Estado Islámico”, escribieron los gobiernos de esos países en una declaración conjunta.
Rusia, aliada histórica de
Siria desde la época soviética y firme defensora del presidente
Al-Assad, efectúa desde el miércoles bombardeos aéreos en territorio sirio, en nombre de la “lucha contra el terrorismo”.
Sin embargo, la coalición internacional, liderada por
EU, y varios países árabes sospechan que en realidad está concentrando sus ataques sobre otros opositores al régimen sirio, para fortalecer a un
Al-Assad debilitado sobre el terreno.
Los rusos no pretenden estar atacando exclusivamente al
EI, y aseguraron que sus bombardeos fueron dirigidos contra esta organización yihadista en puestos en
Raqqa.
La coalición no quiere que el presidente Al-Assad sea parte de la solución política negociada para poner fin al conflicto iniciado en 2011, en el que su régimen está acusado de un sinfín de atrocidades.
Moscú, en cambio, defiende que la solución a la guerra y la victoria contra el EI pasan por una colaboración con el presidente sirio.
Rusia distribuyó en el Consejo de Seguridad de la
ONU un proyecto de resolución, que contempla integrar al gobierno sirio en una amplia coalición contra los yihadistas.